Cultura
Ver día anteriorViernes 1º de marzo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Dos maestros del paisaje convergen en Ámsterdam: Van Gogh y David Hockney

El museo del artista holandés abre hoy una exposición con más de 120 obras

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de marzo de 2019, p. 3

El artista británico David Hockney, con 60 años creando lienzos, afirma: ‘‘No puedes aburrirte de la naturaleza, ¿verdad? Van Gogh sabía eso”.

Las pinturas de ambos se encuentran en una gala de la fascinación por el color y la experimentación de perspectiva en Joy of nature (El gozo de la naturaleza), que hoy se abre en Ámsterdam, se difunde en un video del museo.

La capital holandesa, con la despedida del invierno, ve abrir los paisajes de ambos artistas, su presencia en el mundo separada por más de un siglo.

‘‘La primavera es un momento cuando digo que la naturaleza tiene una erección. Pareciera que la champaña se ha derramado sobre los arbustos y todo está espumado. Luce maravilloso”, contó ante la cámara en ese video, mientras la mirada traslúcida traspasaba los lentes redondos color amarillo, como los girasoles famosos de Vince.

Selección ecléctica

Una grúa se utilizó para instalar The arrival of spring in Woldgate (La llegada de la primavera en Woldgate), 2011, colosal pintura de más de 3 metros por casi 10 metros. Es un mosaico construido con 32 lienzos, una de las piezas estrella de esa muestra temporal en el museo que posee la mayor colección de Van Gogh, autor de La noche estrellada.

‘‘Dos maestros se encuentran”, se anuncia la exposición que por primera vez explora la influencia de Vincent van Gogh en Hockney. Las obras de Vincent se han colocado junto a las de David, una selección ecléctica de más de 120 piezas, como sus cuadernos de dibujo, videos, acuarelas y versiones en gran formato de sus experimentaciones más recientes hechas con su tableta iPad. Por supuesto, los monumentales paisajes de su natal Yorkshire, en Inglaterra, conviven con los de Arlés, pueblo francés donde Van Gogh buscó refugio para aislarse entre los pinceles, el caballete y los colores en óleo.

La primera vez que Hockney vio una pintura de Van Gogh fue en 1956, estudiante entonces en la Escuela de Arte de Bradford. ‘‘No sabía mucho sobre él, pero recuerdo pensar que debía ser un hombre bastante rico porque podía usar dos tubos completos de azul para pintar el cielo. Ni siquiera nuestro maestro podía costear eso”, explica en el video.

Foto
Woldgate Woods (2006), del británico David Hockney; abajo, The Harvest (1888), de Vincent van Gogh, obras incluidas en la muestra Joy of nature (El gozo de la naturaleza), y en el extremo inferior izquierdo, Hockney posa junto a varios bomberos, tras ser rescatado del ascensor de un hotel en la capital holandesa, el pasado miércoles, incidente que ocurrió luego de una conferencia de prensa en la que participó.Foto Richard Smith/cortesía del Museo Van
Gogh y Afp

Sin embargo, como es sabido, fue todo lo contrario. ‘‘En el presente debemos pintar los aspectos más ricos y magníficos de la naturaleza, necesitamos buen ánimo, felicidad, esperanza y amor. Cuanto más feo, viejo, malo, enfermo y pobre me vuelvo, más deseo tomar venganza haciendo brillantes colores, en una buena composición, resplandeciente”, escribió Van Gogh en una de sus cartas en 1888.

Dos años después murió por herida de bala, a los 37 años, en la miseria e incomprendido, con la frustración de no vender sus cuadros.

En el siglo XXI, Hockney, gran exponente del pop art y unos de los artistas británicos más influyentes, llega a Ámsterdam, a los 81 años, con una carrera apabullante. En noviembre pasado su pintura Portrait of an artist (Pool with two figures), 1972, rompió récord de venta en una subasta, al recaudar 90.3 millones dólares, el precio más alto por una obra de un artista vivo.

De origen británico, asentado en la soleada California gran parte de su vida, Hockney piensa: ‘‘El mundo es colorido. Es hermoso. La naturaleza es genial, Van Gogh la adoraba. Es un artista muy grande. Siempre lo he pensado. Creo que el público cree que sí. No es sólo que se cortó la oreja. Podría haber sido miserable, pero eso no se ve en su trabajo. Siempre hay cosas que intentarán derribarte. Pero deberíamos estar alegres mirando el mundo”.

En el video más reciente difundido por el museo, el artista dice que vamos sin observar realmente. Dedicado al detalle, a capturar el paisaje en total brillantez y decir que el camino no es gris, declara que lleva 60 años pintado, ‘‘aún lo hago, todavía lo disfruto enormemente”. Y la naturaleza es un motivo inagotable.