Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 29 de mayo de 2011 Num: 847

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora Bifronte
Ricardo Venegas

Lo conocido
Nikos Fokás

El terremoto y Japón
Kojin Karatani

No es maná lo que cae
Eduardo Mosches

Hablar de Leonora
Adriana Cortés entrevista
con Elena Poniatowska

Los volcanes de
Vicente Rojo

Carlos Monsiváis

El corazón more geométrico
Olvido García Valdés

Ordenar, Destruir
Sergio Pitol

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
Javier Sicilia

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Corporal
Manuel Stephens

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Felipe Garrido

Natalia

Yo estaba terminando la primaria cuando el escándalo. Aunque la que quería casarse era mi abuela materna, lo armaron la familia de mi padre y la del novio. La verdad, nadie debía haberse entrometido: los dos eran viudos y ya estaban grandecitos. Cada año, Roque le ayudaba a mi abuela a montar el altar con las ofrendas para sus maridos, pues mi abuela se casó tres veces y tres veces enviudó. Se esmeraba con los moles y los chiles en nogada; con sus bebidas predilectas. Y nosotras no queríamos nada; decíamos que ya todo lo habían probado los muertos. Si los hubieran dejado, la abuela se habría casado por cuarta vez. Pero los hijos del novio fueron tajantes. Creían que los iba a dejar sin herencia. Me habría encantado verla, a sus setenta y dos años. Habría sido la novia más bonita y alegre, y habría cantado en la boda, con toda la voz, como le gustaba. Me habría gustado gozar el berrinche de las otras pretendientas que Roque tenía, que eran más de tres.