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Enfrentará este sábado a la uruguaya Bouvier

Sólo si conoces el miedo puedes manejarlo: Barbie
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Mariana Juárez quiere ganar un sueldo justoFoto María Melendrez Parada
 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de mayo de 2011, p. a15

No es común que un boxeador acepte que siente miedo. Mariana Juárez lo admite. Lo dice sin vergüenza, porque sólo quien reconoce esa desazón, la angustia de saber que en un instante puede terminar aquello por lo que se ha peleado toda la vida, piensa, puede manejar ese sentimiento que se instala en el estómago.

Apenas hace un par de meses por fin pudo coronar una carrera de 13 años de esfuerzos, tras vencer a la italiana Simona Galassi y arrebatarle el campeonato mundial mosca del Consejo Mundial de Boxeo.

En ese trayecto tuvo varios altibajos, despegaba pero no por mucho tiempo, malos manejos de promotores y estafas, le hacían desandar terreno.

El riesgo de perder un campeonato en la primera defensa, este sábado ante la uruguaya Gabriela Bouvier, le da un poco de ansiedad. Aún más tras ver que la rival es complicada, rápida y joven, tiene 20 años, es la campeona de su país y está invicta.

La verdad sí me pongo nerviosa, pero no me avergüenza expresar lo que siento; si no, cómo vas a controlarlo si no lo reconoces. Al final sé que es parte de mí y que tengo de vencerlo, dice la Barbie sin ningún rubor.

Lo que sí le avergonzaría, aclara, es que en su primera defensa como campeona la hubieran enfrentado con una rival ordinaria.

Juárez está convencida de que pelear contra una pugilista sin clase cuestiona la calidad de la monarca. Recuerda que las veces que ha tenido combates contra adversarias de menor calidad le contagian cierto sopor, le provocan que baje la intensidad del boxeo.

Esa somnolencia que le provoca pelear contra alguien en condiciones inferiores se le ha llegado a complicar: Prefiero una rival que me exija, porque eso al final te hace lucir mejor.

Ya cumplió su sueño de ser monarca absoluta en peso mosca –antes lo fue en minomosca–, ahora sólo le falta cumplir otro deseo: ganar un sueldo justo. Espero que ese llegue pronto, junto con las grandes peleas.