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El megaproyecto amenaza a Chichén Itzá y Uxmal, pero esto no interesa a los inversionistas

Contrapatrimonial, plan maestro turístico maya: Franco Cáceres

El móvil de un proyecto sustentable debe ser resaltar el gran atractivo de los sitios arqueológicos con acciones que fortalezcan a la comunidad; éste sólo satisface la curiosidad, asegura el experto

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El turismo que invoca como cultural el gobierno de Yucatán, es de alto riesgo para las zonas arqueológicas, aseveró CáceresFoto Archivo
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de diciembre de 2010, p. 3

El antropólogo Jorge Franco Cáceres, especialista en apropiación territorial y estudioso de la expropiación patrimonial que se ha vivido en Yucatán, advirtió que las acciones que promueve el recién implementado plan maestro de manejo de la zona arqueológica de Chichén Itzá atentan contra la historia, la investigación y la conservación del patrimonio prehispánico.

Para el investigador, la puesta en marcha del megaproyecto turístico cultural (cuyos detalles se dieron a conocer en La Jornada el 22 de diciembre) resulta contrapatrimonial, porque generará diversos problemas, como abuso comercial, insuficiencia regional de expertos en manejo sustentable del turismo masivo y exceso de tráfico de tierras alrededor de los asentamientos arqueológicos.

El experto, quien radica en Mérida, donde dirige un despacho de arquitectos que realiza investigaciones sobre apropiación territorial en la zona, explicó que la renovación de los espectáculos de luz y sonido y los recorridos nocturnos en las zonas arqueológicas de Uxmal y Chichén Itzá son también iniciativas contrapatrimoniales, que requieren atención por la casi total falta de expertos en el tema de manejo sustentable de turismo masivo o de alto impacto.

El plan maestro, presentado a principios de mes por el gobierno de Yucatán como detonador del turismo cultural, incluye la construcción del Palacio de la Civilización Maya y el Museo Maya.

Las amenazas

Pero, en opinión del experto, es una amenaza para los sitios de Chichén Itzá y Uxmal, debido a las corrientes masivas de turistas, la proximidad con los asentamientos urbanos y los nuevos desarrollos turísticos que se construyen por intereses de multinacionales del turismo global, como grupo Xcaret, lo cual no parece relevante para los empresarios y políticos que están detrás del megaproyecto.

De acuerdo con el antropólogo, la tarea profesional que antecede a las iniciativas de cualquier plan maestro no son la producción de planos de las obras, como pretenden el Instituto de Cultural de Yucatán (ICY) y el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur), sino la planificación de los proyectos a partir de estudios avanzados para el reordenamiento arquitectónico, arqueológico, antropológico y tecnológico de los sitios.

Franco Cáceres aseguró que la idea fundamental de un proyecto sustentable debe ser resaltar el enorme atractivo de los sitios arqueológicos con acciones que fortalezcan a la comunidad vinculada con el estudio y el resguardo del patrimonio cultural como engranajes educativos.

El experto consideró que la ejecución de este plan maestro sólo satisface la curiosidad del gran turismo internacional y nacional, y provocará el despojo de los recursos naturales e históricos de los pueblos mayas.

Dentro del llamado Plan Maestro de Chichén Itzá, Circuito de Integración Regional para el Turismo y la Cultura se incluye también un ambicioso proyecto con la participación de inversionistas privados de países como Estados Unidos, Canadá, Francia y China, el cual se conoce como Central Park of Chichén Itzá, que prevé la construcción de al menos 12 hoteles de cinco estrellas, playas artificiales, centros de convenciones y un parque acuático, entre otros atractivos.

El turismo que pretende imponer como cultural el gobierno del estado de Yucatán es de alto riesgo para las zonas arqueológicas, porque se utilizan como yacimientos para las obras de los asentamientos urbanos y como atractivos aledaños o subordinados a los intereses de las empresas y los desarrollos turísticos, advirtió el antropólogo.

También señaló que las iniciativas de la Secretaría de Turismo, por conducto de su Dirección de Desarrollo de Productos Turísticos respecto de la renovación de los espectáculos de las zonas arqueológicas, no se justifican sólo a partir de la importancia económica y social que tiene el uso turístico del patrimonio cultural para el impulso del desarrollo sostenible.

Jorge Franco Cáceres indicó que existe una relación de aspectos críticos del manejo del patrimonio arqueológico que pueden volverse inmanejables a partir de las intenciones del gobierno de Yucatán y del ICY de impulsar el turismo cultural desde el Plan Maestro de Chichén Itzá.

Faltan diagnósticos de daños

Según el investigador, el ICY todavía no ha facilitado la información sobre los daños ocasionados por los conciertos masivos, los comercios establecidos en las zonas arqueológicas y las caravanas de empresas turísticas.

Tampoco ha proporcionado el diagnóstico profesional sobre los aspectos conflictivos que, al margen de las leyes y los reglamentos federales, han sido la norma de los proyectos de espectáculos en Chichén Itzá.

Los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) –explicó Cáceres– han realizado varios llamados de atención a las autoridades yucatecas y a las empresas privadas por las irracionales corrientes de turistas que acuden a los espectáculos de Chichén Itzá y Uxmal.

Asimismo, en diversos documentos señalaron los descuidos y abusos que se cometen en los lugares donde se localizan las principales estructuras prehispánicas mayas, ya que son las áreas en las que se realizan obras arqueológicas o trabajos de investigación.

El investigador enfatizó que los trabajos del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Nacional Autónoma de México y del propio INAH sobre los patrimonios cultural y natural alertan a los administradores y empresarios turísticos sobre la complejidad estructural de los procesos de desarrollo municipal y las precauciones de manejo institucional, pero parece que esta información no interesa a los inversionistas.