Syracuse. Un video ampliamente visto de una niña de 11 años esposada y llorando en una acera ha provocado críticas hacia la policía del norte del estado de Nueva York, que cambió su política para detener a menores de edad durante investigaciones penales.

Los agentes del condado Onondaga estaban buscando a una niña vista en un coche robado el lunes en Syracuse cuando detuvieron a la niña negra de 11 años, que llevaba ropa similar y fue vista a seis cuadras de distancia. La niña estuvo esposada durante unos siete minutos antes de que los agentes determinaran que no era la persona que buscaban, según el departamento.

“Al detenerla, los agentes intentaron diligentemente comparar rápidamente a la menor con evidencia de video obtenida a través de la cámara del tablero”, afirmó la policía en un comunicado emitido el martes por la noche. “En esa comparación, quedó claro que la menor detenida no era la sospechosa que buscábamos, y fue liberada inmediatamente”.

Un video tomado por una persona en el lugar muestra a la niña de pie en una chaqueta rosa con las manos esposadas detrás de la espalda mientras dos agentes la detienen. Los amigos de la niña intentan convencer a los agentes de que tienen a la persona equivocada. La niña llora mientras es liberada.

Una organizadora de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York criticó a los oficiales por esposar a “una niña asustada”.

“Este maltrato plantea serias preocupaciones sobre el sesgo racial implícito, que con demasiada frecuencia lleva a los oficiales de la ley a percibir a los niños de color como una amenaza”, declaró en un comunicado preparado Victoria Coit, organizadora senior de NYCLU.

El jefe policial Toby Shelley se reunió con la madre de la niña para escuchar sus preocupaciones. Acordó que será política del departamento de ahora en adelante notificar a un padre o tutor cuando los menores sean detenidos en investigaciones penales. Anteriormente, los padres solo eran notificados cuando se realizaba un arresto, según el departamento.

La policía dijo que los detenidos, incluso los menores, son rutinariamente esposados para evitar que huyan, luchen o destruyan evidencia.