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México SA

18 de enero de 2024 07:22

Lo que son las cosas: cuando, en 1997, Ernesto Zedillo privatizó el sistema previsional (y lo redondeó Felipe Calderón en 2007), y (casi) todos aplaudieron como focas –menos las víctimas, desde luego–, pero ahora que el gobierno actual intenta revertir esa ignominiosa decisión (que al gran capital significó un pingüe negocio a costillas del ahorro de los trabajadores) los mismos que ayer aclamaron a mister Fobaproa y a Borolas hoy, sin más, acusan a López Obrador de intentar robarse dicho ahorro.

Hay que recordar que el 1º de julio de 1997, cuando dio el banderazo al nuevo negocio privado (previa reforma a la Ley del IMSS), Zedillo aseguró que las Afore son la gran solución social al México moderno de hoy y se trata de un sistema para el futuro, moderno, ágil, transparente y, sobre todo, justo. En los hechos, se convirtió en enormes ganancias para los privados que administraban el ahorro de los trabajadores y en pensiones de hambre. Y la reforma calderonista atoró a los trabajadores al servicio del Estado (nueva Ley del Issste).

La información más reciente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro detalla que en 2023 las plusvalías obtenidas por las Afore sumaron poco más de 464 mil millones de pesos, lo que aparentemente daría cuenta del éxito rotundo, pues refleja la catarata de ganancias que obtuvieron los poco más de 74 millones de mexicanos obligadamente inscritos en ese mecanismo moderno y, sobre todo, justo.

Sin embargo, a la hora del prorrateo, esas enormes plusvalías que con orgullo cacarean las Afore, se traducen en una ganancia anual, por trabajador inscrito, de 6 mil 250 pesos o, si se prefiere, de 520.83 pesos mensuales. Así es: cada uno de los poco más de 74 millones de aforados se sobó las manos, hizo grandes planes e imaginó un futuro venturoso al conocer que en 2023 ganaron 17.12 pesos por día. Sin duda, un éxito rotundo.

Cuando Zedillo dio el banderazo de salida aparecieron habilitadas 24 Afore –todas pertenecientes a los barones de siempre y a una que otra transnacional financiera– y la consigna fue –según dijo el ex mandatario– competir entre ellas para lograr comisiones –a cobrar a los aforados– cada día más bajas. En la práctica, esas comisiones se ubicaron entre las más altas del mundo (condición que a lo largo de los años no se ha modificado mucho que digamos) y con el correr del tiempo esas 24 administradoras se redujeron a sólo 10, dada la compraventa que entre ellas se registró, lo que fortaleció la concentración existente desde su creación.

Entonces, mientras los dueños del ahorro –los trabajadores– en 2023 obtuvieron, en promedio, 6 mil 250 pesos por cabeza, los propietarios de las Afore registraron ganancias –vía cobro de comisiones– no menores a 2 mil 700 millones de pesos -–más las obtenidas por el manejo de otros instrumentos financieros–, es decir, 225 millones por mes o 7 millones 400 mil pesos por día. Pero los gritones de siempre dicen que es el gobierno quien pretende robarse el dinero de los trabajadores. Increíble.

Días atrás, el presidente López Obrador anunció que enviaría al Congreso un paquete de reformas, entre ellas la relativa al sistema pensionario, porque los cambios promovidos por Zedillo y Calderón fueron inhumanos e injustos, pues precarizaron al máximo las jubilaciones y pensiones de millones de trabajadores. Con ella, el mandatario busca que el beneficiario obtenga el 100 por ciento de su salario. Actualmente, esa proporción, si bien va, no pasa de 30 por ciento.

Años atrás, con Zedillo y Borolas, comenzó la caída libre de jubilaciones y pensiones, y los de siempre aplaudieron a rabiar. Ahora que la intención es que lleguen a 100 por ciento, de inmediato salen los gritones a decir que en ninguna parte del mundo se alcanza esa proporción, algo relativamente cierto, porque (la información es de la Auditoría Superior de la Federación) en Países Bajos sólo llega a 90.7 por ciento; Dinamarca, 78.5; Austria, 76.6; España, 73.9, y en Hungría, 76.6. En cambio, en Estados Unidos la proporción es de 38.3 por ciento y en Canadá de 45.2.

¿Y en México?: 22.2 por ciento, como promedio, que no incluye, desde luego, a las jugosas pensiones de la burocracia dorada, que en algunos casos alcanzan 300 mil pesos mensuales.

Las rebanadas del pastel

Aunque era predecible, el siempre desacreditado, inmoral e imparcial payasito del INE salió del clóset y es el nuevo juguete de Claudito X. González: Lorenzo Córdova, que apunta a relevar a la sempiternamente desinflada Ladygelatinas.

Twitter: @cafevega

 
 


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