°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio
Anuncio

México SA

16 de enero de 2024 07:16

En la Ópera de los 3 centavos, con libreto de Bertolt Brecht y estrenada hace casi un siglo, se hace una pregunta: ¿quién es un criminal mayor? ¿El que roba un banco o el que funda uno? (habría que agregar o el que permite el pillaje). En el mismo tenor, pero 222 años atrás, Thomas Jefferson, entonces presidente de Estados Unidos, advirtió que los bancos son más peligrosos para nuestras libertades que todos los ejércitos listos para el combate, pero todo indica que nadie hizo caso a tales advertencias. Por el contrario, la cada día más voraz mafia financiera internacional es la que lleva la batuta en el planeta, con la anuencia de lo que se ha dado en llamar gobiernos representativos del pueblo.

Jefferson redondeaba su advertencia con lo siguiente: si el pueblo estadunidense (o cualquier otro, hay que decir) permite un día que los bancos privados controlen su moneda, éstos y todas las entidades que florecerán en torno a ellos privarán a los ciudadanos de lo que les pertenece; primero con la inflación y más tarde con la recesión, hasta que sus hijos se despierten sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.

La banca es depredadora e insaciable y parece que ningún gobierno está dispuesto a meterla al orden, a que cumpla con su función fundacional: captar recursos de los sectores más favorecidos y prestarlos a quienes lo necesitan con fines productivos. Pero con el correr de los años y la venia de las presuntas autoridades que la encubren, su proceder ha llegado al extremo, pues alcanza niveles de usura, de expoliación.

Sobran ejemplos en el mundo sobre tal proceder, pero el caso mexicano es más que ilustrativo, sobre todo desde que a Carlos Salinas de Gortari se le ocurrió la brillante idea, con la privatización, de ceder la soberanía financiera, primero, a un grupo de especuladores bursátiles que en un dos por tres reventaron las instituciones bancarias otrora del Estado, para después rescatarlas y sanearlas con recursos públicos (el Fobaproa de Zedillo), sólo para entregarlas limpias de polvo y paja al capital financiero trasnacional que de México ha hecho su paraíso, pues en ninguna parte del mundo en el que operan obtienen utilidades de ensueño como en nuestro país (por ejemplo, la española BBVA, presente en más de 30 países, aquí capta alrededor de 40 por ciento de sus ganancias globales).

Lo anterior viene a colación, porque La Jornada (Julio Gutiérrez) da cuenta del estra-tosférico ingreso por cobro de intereses y deta-lla que el conjunto de bancos privados que ope-ra en el país registró entre enero y noviembre de 2023 el máximo nivel de ingresos por ese concepto: un billón 465 mil 983 millones de pe-sos, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Algo más: comparados con el mismo periodo de 2022, los ingresos por intereses reportados por los bancos aumentaron 39.4 por ciento en términos nominales y 32.7 por ciento en términos reales (al descontar el efecto de la inflación). El fastuoso resultado también se da en sus utilidades netas: 248 mil 23 millones de pesos en esos 11 meses de 2023 ganancias.

Si se compara el monto que la banca privada cobró únicamente por intereses en 11 meses de 2023 con el ingreso reportado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en todo ese año (4.5 billones de pesos, calificado de histórico), entonces el ingreso de la primera equivale a 32.5 por ciento de los recaudado por dicho organismo.

¡Y falta la cifra de diciembre!, con lo que los intereses cobrados en todo 2023 fácilmente sumará un billón 600 mil millones, equivalentes a 35.5 por ciento de la captación tributaria del SAT. Mientras, los usuarios ya no sienten lo duro, sino lo tupido, y se infartan por el elevadísimo nivel de los réditos que deben pagar.

Entonces, como plantea la Rayuela jornalera de ayer: Insaciable, la sed de ganancia de la banca. ¿No hay nada ni nadie que la pueda regular?

Las rebanadas del pastel

Casi 18 años después del homicidio industrial de Grupo México (del tóxico Germán Larrea) en Pasta de Conchos, y cinco desde que el presidente López Obrador ordenó a Luisa María Alcalde, entonces secretaria del Trabajo (que a las viudas recomendó paciencia y les notificó que si no se recuperan los cuerpos en este gobierno lo harán en el siguiente), el rescate de los 63 mineros muertos y los del Pinabete, el mandatario informa que el próximo fin de semana se apersonará en el lugar de los trágicos sucesos, porque ya se nos está agotando el tiempo y voy a eso.

Twitter: @cafevega

 


Isocronías

15 de mayo

México, SA

IED, récord por reinversión

Astillero

Ante INE, "rosa" acepta partidismo
Anuncio