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Biden y su idílica banca sólida // ¿Sacudida financiera en puerta? // ¿Poder Judicial+Legislativo?

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▲ Protesta en la Ciudad de México contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, durante la sesión de ayer.Foto María Luisa Severiano
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on más entusiasmo que realismo, apenas un par de meses atrás, tras las quiebras de tres gran-des bancos de su país y con cara de yo no fui, el presidente Joe Biden se animó a decir que el sistema financiero esta-dunidense es sólido y el dinero de los depositantes está asegurado; las garantías no serán extensivas a los inversionistas, pues a sabiendas tomaron un riesgo, y cuando éste no valió la pena perdieron su dinero. Así funciona el capitalismo. Es de suponer que la mayoría no creyó una palabra de su discurso, porque en los hechos ese sólido sistema a punto está de meter otro gran susto –por denominarlo así– a la estabilidad económica internacional, como ha sucedido en no pocas ocasiones a lo largo del tiempo.

Sólo como cápsula de memoria, algo similar dijo el entonces presidente Miguel de la Madrid, en octubre de 1987, cuando de forma por demás amañada por el grupúsculo que controlaba el mercado, reventó la Bolsa Mexicana de Valores, desplome que entre las patas se llevó a más de 350 mil pequeños y medianos inversionistas. Ante la caída, el inquilino de Los Pinos simplemente responsabilizó a los perdedores y los acusó de bisoños, mientras los oligarcas, todos ellos con la marca Forbes en la frente, contaban sus voluminosas ganancias bursátiles, mientras, cínicos como siempre, declaraban formalmente concluida la novela rosa de las ganancias rápidas.

Qué decir del desastre (para el país, desde luego) neoliberal por el circuito reprivatización-rescate-extranjerización de la banca mexicana. Salinas de Gortari entregó las instituciones bancarias existentes en esos años (18 en total) a especuladores bursátiles, quienes más tardaron en apropiárselas que en exprimirlas y quebrarlas; ilegalmente, Zedillo las rescató con un costo billonario para los mexicanos, al tiempo que inició el proceso de extranjerización; los prianistas legalizaron el robo y parieron el Ipab; Fox aceleró –libre de impuestos– la venta al capital privado foráneo y adelantó el pago de los pagarés Fobaproa; Calderón siguió esa línea y, como los anteriores, Peña Nieto consintió absolutamente todo.

Pero más allá del fatuo discurso de Biden, ¿cuál es el panorama? La Jornada (Clara Zepeda, Braulio Carbajal y Dora Villanueva) lo reseña así: “la incertidumbre se ha vuelto canon en la turbulencia por la que pasa el sistema bancario de Estados Unidos. Luego de que en menos de dos meses se hundieran el First Republic Bank, el Silicon Valley Bank y el Signature Bank, haciendo oficiales las segunda y tercera quiebras más grandes de ese país, se intensifican los cuestionamientos sobre cuántos prestamistas más caerán y qué tan expuesto está el sistema bancario en general.

“Hay al menos 7 billones de dólares en depósitos bancarios no asegurados en el sistema bancario estadunidense … Ese monto es de tal magnitud que equivale a tres veces la capitalización de Apple, la empresa más importante por valor accionario en los mercados internacionales o a 30 por ciento del PIB de Estados Unidos, la economía más grande del mundo y en la que se originó la crisis financiera internacional de 2007-2008”, que causó el desplome económico mundial.

Lo anterior ni lejanamente sustenta el alegre discurso del presidente estadunidense sobre la solidez del sistema bancario estadunidense y mucho menos aquello de que el dinero de los depositantes está asegurado, porque ese seguro sólo incluye depósitos inferiores a 250 mil dólares. De ahí para arriba, que cada cual se rasque como pueda, si puede. Lo documenta La Jornada: por ejemplo, en el Banco de New York Mellon los niveles de depósitos no asegurados son 92 por ciento del total; State Street Bank destaca, 91.2; Northem Trust, 81.6; Citibank NA, 73.7; Cibc Estados Unidos, 73.1; HSBC Estados Unidos, 70.6. Entonces, gran parte del sistema bancario estadunidense es potencialmente insolvente. Pero, así funciona el capitalismo, presumiría Biden.

Las rebanadas del pastel

Pues nada, que la Suprema Corte entró en acción, por lo que las cámaras de Diputados y Senadores deberán dedicarse a otra cosa: de un plumazo, los ministros decidieron remplazarlas y su acto inaugural fue anular la primera parte del plan B de la reforma electoral. Al paso que llevan, no tardan en desaparecer al otro poder del Estado… El veneno pinochetista pudrió a la sociedad chilena y medio siglo después todavía tiene pánico de abrir las grandes avenidas por las que pasará el hombre libre para construir una sociedad mejor (Salvador Allende).

Twitter: @cafevega