Economía
Ver día anteriorMartes 4 de abril de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La pandemia, uno de los motores

Hubo un renacimiento mundial del movimiento sindical: Cotton

La democracia y transparencia deben tomarse como timón para renovar la organización

Foto
▲ Stephen Cotton, secretario general de la ITF, consideró que los grandes temas que desafían a México en cuestión de transportes son la urbanización y el crecimiento masivo de la población que no se detendrá.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de abril de 2023, p. 18

Los sindicatos no pueden negar que el mundo está cambiando. La era digital no sólo representa la posibilidad de automatización en algunos empleos, sino en general la modernización de la cadena de suministro global y la manera en que se comunica y estructura la organización gremial, explica Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF por sus siglas en inglés).

Seguro de que existe un renacimiento del movimiento sindical en el mundo, propulsado por la frustración que generó la pandemia, sobre todo en trabajadores de sectores esenciales, así como la posterior inflación que desencadenó la invasión rusa a Ucrania, Cotton subraya que la democracia y transparencia deben tomarse como timón para renovar el movimiento sindical.

Renovar los viejos acuerdos

En entrevista con La Jornada, considera que México se encuentra en esa coyuntura de renovar los viejos acuerdos sindicales, cercanos al poder político y a las empresas. Queremos representar a los trabajadores, pero probablemente ninguno de los antiguos sindicatos mexicanos (...) encajaría en ese modelo. Así que podríamos necesitar construir nuevos sindicatos, adelanta.

El líder de la ITF, una federación que agrupa a 700 sindicatos de 153 países, y a 20 millones de trabajadores y trabajadoras, advierte que, en general, hay un renacimiento del movimiento sindical en el mundo. “Creo que es particularmente en las áreas afectadas por la pandemia, donde la gente tuvo que ir a trabajar (…). Estamos viendo en el norte global un aumento en el número de sindicatos derivado de la primera línea que destacó con la pandemia”.

Agrega: las personas que hicieron el mayor sacrificio (durante los confinamientos) ahora están ganando significativamente menos por la devaluación del dinero en sus manos, por la inflación, por el costo del combustible, por el aumento de los alimentos. Están muy frustrados. A este motor del movimiento sindical se suma un desencanto con los políticos, que también con la pandemia evidenciaron su falta de liderazgo.

Muestra de ese desencanto son las movilizaciones contra la reforma de pensiones promovida por el gobierno de Emmanuel Macron. “Francia es un país muy peculiar en el sentido de que el sindicalismo está arraigado en la sociedad, pero los números sindicales son bastante bajos (…). Tenemos tres federaciones sindicales en Francia que normalmente no están de acuerdo. Esas tres federaciones, todos sus miembros, todos los franceses que están cubiertos por los convenios colectivos pero que no son miembros de sindicatos, protestan porque creen que el método para cambiar la edad es injusto”.

Respecto al cómo engranar la organización gremial frente a los cambios a los que obliga la digitalización de una parte de la economía, Cotton sostiene que la digitalización puede ser buena y mala, depende de cómo nos adaptemos. Por un lado implica la automatización de ciertas actividades, la dificultad de encontrar en un solo espacio físico a los trabajadores, pero también hace más dinámica e inmediata parte de la comunicación, dada la irrupción de las redes sociales.

Sobre cómo trabajar con las grandes trasnacionales tecnológicas, explica que mucho depende de la jurisdicción y el lugar donde operen. En el caso de Uber se tienen memorandos de entendimiento en Australia, en el Reino Unido, en Bélgica, para asegurar un piso mínimo de garantías laborales para quienes se ocupan en la aplicación. Al mismo tiempo, en todo el mundo, los pasajeros y conductores de Uber crearon sus propias asociaciones para protestar por todas las cosas que enumeré (falta de seguridad física y social, de contratos, acceso a servicios de saneamiento). Eso significa que los sindicatos no estamos haciendo nuestro trabajo, si no quieren unirse a nosotros.

Relata que en México, parte de las conversaciones que se han tenido son con miras a sindicalizar a los conductores Uber en el país, pero no con los sindicatos que se tienen actualmente, tenemos que reconstruir la confianza con ellos, o bien crear nuevos.

Esta renovación del movimiento gremial, respecto al referente del siglo XX, es una necesidad a nivel global y también pasa por la representación de las mujeres y los jóvenes. En Occidente, muchas imágenes de líderes sindicales son viejos anglosajones. Necesitamos más mujeres y jóvenes y necesitamos cambiar nuestras estructuras, detalla.

En su visita a México, como líder de la ITF, Cotton destaca que su trabajo consiste en “ayudar a fortalecer los buenos sindicatos democráticos; y donde no tenemos buenos sindicatos democráticos, buscar construir algunos (…) No venimos aquí a decirle a nadie qué hacer. Nunca. Nunca. Pero queremos ser parte de la modernización del movimiento laboral y asegurarnos de que los trabajadores y trabajadoras de México tengan una voz”.

Durante la conversación, Cotton también refiere que el país requiere infraestructura, pero no realizada por el Ejército, como hasta ahora ha ocurrido con los proyectos emblema de la administración de Andrés Manuel López Obrador, sino que sea realizada por el sector civil, para asegurar la creación de empleos. Lo mismo en la aviación, donde la regulación también debería ser independiente.

Los ejércitos están entrenados para recibir órdenes, los reguladores de salud y seguridad están capacitados para garantizar que el transporte sea seguro. Por eso, nunca nos sentimos cómodos cuando el gobierno pone la salud y la seguridad en el trabajo en manos de los militares, manifiesta.

En los días recientes, la delegación de la ITF se ha reunido con representantes de las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Relaciones Exteriores y Trabajo y Previsión Social, así como sindicatos y asociaciones de conductores y repartidores. “Creemos que podemos aportar cuando llegamos a los grandes temas que desafían a México: la urbanización del país, el crecimiento masivo de la población que no se detendrá (… ); compartir nuestras experiencias con otros empleadores y asociaciones de transporte urbano, lo que funcionó y lo que no funcionó”.