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Grupos Beta auxiliaron a 171 mil en su trayecto

El INM recuperó los cuerpos de 83 migrantes en el río Bravo en 2022
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▲ Elementos de la Guardia Nacional en Texas custodian la frontera mientras la presencia de migrantes se incrementa.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de diciembre de 2022, p. 9

Durante 2022, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) dedicados a labores humanitarias (Grupos Beta) recuperaron los cuerpos de 83 migrantes, la mayoría de los cuales se ahogaron en el río Bravo, frontera México-Estados Unidos.

Si bien no hay un recuento específico del año anterior, en un reporte del INM correspondiente a enero-agosto de 2021 se informó de 46 cadáveres recuperados del río; en ese periodo, la mitad falleció por ahogamiento, ahora fue 91 por ciento.

Los Grupos Beta fueron creados en 1990, en Baja California, como una forma de combatir la delincuencia relacionada con la migración, pero pronto su tarea cambió a ayuda humanitaria para apoyar a las víctimas de crímenes, así como a enfermos y heridos que no logran cruzar al vecino país.

Datos del INM indican que los Grupos Beta, identificados por su vestimenta color naranja, auxilian a personas en situación crítica en su paso por el desierto, selva, zonas montañosas o el río Bravo.

Entre las causas de fallecimientos de migrantes en 2022, además del ahogamiento, se encuentran accidentes, disparos de arma de fuego y problemas de salud.

A nivel general, del 1º de enero al 22 de diciembre del año que concluye, los Grupos Beta brindaron asistencia a 171 mil 563 personas mexicanas y extranjeras durante su ingreso, tránsito y salida de territorio nacional.

Actualmente trabajan 22 brigadas ubicadas de manera estratégica en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca, especializados en dar orientación, rescate y primeros auxilios.

El INM reportó que de las 171 mil 563 asistencias, 124 mil 654 corresponden a ayuda humanitaria; mil 570 a rescates en zonas de riesgo; 88 a primeros auxilios por lesiones; tres a la localización por extravío; seis a asesorías legales, y 45 mil 242 a atenciones diversas.

Deber cumplido

En testimonios divulgados por el INM (gob.mx/inm/documentos), el agente Beta José Arnulfo Vargas Villarreal, de Tamaulipas, narra un rescate en un peligroso cruce de aguas en el río Bravo, un día en que la corriente estaba enfuerecida.

Ahí pudieron salvar a dos personas originarias de Guanajuato.

En otro caso, Martín Demetrio Rojas Márquez, de los Beta en Oaxaca, cuenta el apoyo brindado a dos guatemaltecos atacados a machetazos por delincuentes, y otro herido en un punto distinto, así que fueron a buscarlo. Tenía lesiones profundas en los talones, en la cabeza y en la espalda.

En otro suceso, el agente Jesús Alonso Carreón Requena, de Coahuila, narra una acción en el río Bravo:

En ese punto, mientras más te adentras, más te hundes, por lo que llega un momento en el que tienes que nadar. La familia se encontraba parada sobre una piedra, con el riesgo de perder el equilibrio y ser arrastrados por la corriente.

En la parte más peligrosa de La Rumorosa, en Baja California, Amilcar Medina Rodas rescató a un joven de Tlaxcala en la parte más ruda del invierno. Y aunque el muchacho se recuperó, sus padres no fueron localizados. Después de una semana de búsqueda, día y noche, se dio por cancelado el operativo, pero un año después, en otra acción, fueron localizados los restos del padre. Al menos a uno se le pudo dar sagrada sepultura, expresó el hijo.