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Qatar 2022

Los balcánicos se impusieron 2-1

Croacia celebra el tercer sitio y Marruecos se va entre palmas
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▲ El arrojo y la perseverancia de los croatas tuvo su recompensa y ahora festejan su segundo tercer puesto en una Copa.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de diciembre de 2022, p. 2

Si hay palabras que pueden definir a las selecciones de Croacia y Marruecos son las de arrojo y perse-verancia. En poco más de 30 años, los croatas se repusieron a las heridas de la guerra, llegaron a una final mundialista y ahora en Qatar, comandados por un incansable Luka Modric, celebraron su segundo tercer puesto en una Copa, mientras los marroquíes también se van entre palmas al firmar la mejor participación de un equipo africano.

Croacia fue la vencedora en la cancha con un marcador 2-1 de un duelo que suele ser desdeñado, el del tercer puesto en un Mundial. Pero tanto los balcánicos como los marroquíes transformaron este encuentro en una noche que queda en el registro histórico del futbol.

La selección balcánica de 1998, la primera en sorprender con un tercer lugar en el torneo con apenas un par de años tras la inde-pendencia del país, fue la inspiración de Luka Modric, quien ahora a sus 37 años se mantiene como el motor del representativo después de haber sido el líder cuando llegaron a la final de Rusia 2018.

El esfuerzo como adalid aumenta para Modric cuando su selección vive un cambio generacional. Domagoj Vida, Dejan Lovren e Ivan Perisic también se acercan al retiro mientras se respaldan en la sangre joven como Josko Gvardiol, Josip Stanisic y Lovro Majer, quienes han respondido con acierto.

Si bien los croatas buscaban una revancha para levantar el título, el tercer puesto también lo saborearon como una hazaña, regresando a la esencia del balompié, el gozo puro de un juego, tanto en la cancha sin presiones como al festejar con sus hijos tras la ceremonia de premiación.

Entre el ambiente de júbilo, sólo hubo un distractor. Una rechifla sorprendió a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, cuando entró a la cancha para la ceremonia de premiación. Era el reclamo por las indolencias permitidas desde la elección hasta el desarrollo de este Mundial con acusaciones de violaciones a los derechos humanos y laborales.

El primer enfrentamiento entre Croacia y Marruecos culminó con un empate sin goles en la fase de grupos. Después, ambos avanzaron con bravura y sufrimiento, incluso llegando a los penales para eliminar a los adversarios.

Ahora, en el estadio Jalifa Internacional, las selecciones que se habían distinguido por ser una muralla en la defensa, debieron cambiar su acostumbrada estrategia pa-ra ser más ofensivos. Así, la celebración de los goles llegó pronto.

El primero fue una obra maestra de la estrategia. Luka Modric fintó un tiro libre, el cual fue ejecuta-do por Lovro Majer; Ivan Perisic peinó desde la izquierda y Gvardiol (7) entró en el área para adornar el gol con un remate de cabeza.

La respuesta de los Leones del Atlas fue inmediata. También tras un tiro libre, Majer despejó mal y puso el balón en el área, donde apareció Dari (9) para igualar con un cabezazo.

Los intentos por parte de ambos persistieron, pero poco antes del descanso, Croacia sentenció el juego. Desde el costado izquierdo del área, Orsic (42) recibió un balón y con una exquisita comba lo mandó al ángulo superior de las redes. El arquero marroquí Yassine Bounou, quien fue héroe en varios encuentros, esta vez sólo alcanzó a rasguñar el esférico sin poder detenerlo.

Para el complemento Croacia sólo tuvo que retornar a su estilo, un juego de pases precisos con paciencia. Aun cuando la mayoría de los 44 mil aficionados alentaban a Marruecos, el plantel africano no encontró la ruta para el empate, mientras Dari y Jawad El-Yamiq abandonaron la cancha entre lamentos.

En el banquillo marroquí, Walid Regragui era incapaz de resolver el juego con lucidez y se enredó en protestas con el árbitro en la recta final. Así, culminó el triunfo de los croatas, mientras los africanos también reclamaron al silbante por ciertas decisiones.

Croacia, un país joven de apenas cuatro millones de habitantes, celebró a lo alto el bronce.

Una vez aceptada la derrota, los marroquíes se hincaron de nuevo ante su afición para agradecer el apoyo de una travesía inesperada, siendo el equipo revelación en Qatar al ser el primer africano en llegar a una semifinal y obtener el cuarto lugar. Una referencia de competitividad ahora impuesta para muchos.