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La reforma educativa va por realzar capacidades

Con el ciclo 2022-2023 en 900 escuelas piloto se trabajarán nuevos plan y programas de estudio

En redes sociales se genera polémica con aspectos inexistentes; ahora se buscará que los niños se conviertan en educadores de sus compañeros

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▲ Para el funcionario y la académica, la actual no es una reforma más, ya que se destaca a las comunidades rurales y urbanas y el vínculo con las escuelas.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de agosto de 2022, p. 12

Este lunes de comienzo de clases habrá, como siempre, lágrimas en las puertas de las escuelas. Pero al mismo tiempo arrancará, en unos 900 planteles del país, la prueba piloto de un nuevo plan para la educación inicial y básica (prescolar, primaria y secundaria), además de que las 265 normales públicas, formadoras de formadores, empezarán un nuevo ciclo con flamantes plan y programas de estudio.

No se trata de una reforma más, sostienen en entrevista Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y Rosa María Torres, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), quienes han estado al frente, con decenas de servidores públicos, de los trabajos y consultas para construir una política de Estado, en una ruta que comenzó, en términos jurídicos, con la reforma constitucional de 2019 que puso fin a la del sexenio anterior.

Los cambios coinciden con el relevo en la SEP y con un debate público distorsionado por la polarización, que ha dado lugar a polémicas en redes sociales sobre decisiones gubernamentales inexistentes (el colmo, refieren los entrevistados, es un amparo judicial contra la desaparición de los grados, que sólo estuvo en uno de los muchos documentos preliminares).

Las redes sociales se han llenado de riñas que aluden a un supuesto adoctrinamiento comunista en las nuevas propuestas educativas que, en realidad, son resultado de la participación de miles de personas e instituciones, afirman los entrevistados.

A esa disputa, que poco tiene que ver con la educación, se han sumado personajes como el inefable presidente del PRI, Alejandro Moreno, quien denuncia dogmas y fanatismos en la propuesta gubernamental.

La educación como derecho humano

Pregunta: Un ejercicio: tal vez las reformas anteriores se podrían resumir con dos palabras: competencias y evaluación. ¿Cuáles son las palabras de este cambio?

Rosa María Torres (RMT): “Apostar más por las capacidades humanas. De hecho, las capacidades humanas están reflejadas en los ejes integradores. Todo este asunto de pensamiento crítico e interculturalidad tiene que ver con las capacidades humanas, que van más allá de las habilidades y los conocimientos, que pretenden una inserción del sujeto como ciudadano y trabajan sobre la idea de una sociedad democrática, con personas que no se aferren a ningún tipo de fundamentalismo, que no partan de la idea de que simplemente tienen que ser sujetos de las decisiones de otros.

La idea del niño como sujeto de la educación, como sujeto pensante, de derecho a la razón, de derecho a expresar la emoción, de derecho a considerar sus obras y ser sujeto de cuidado. Esa es la esencia, la educación como un derecho humano.

Otro punto esencial, sostiene la rectora, es que la nueva propuesta plantea un currículum nacional desde la diversidad, es decir, no un currículum que solamente homogeneiza.

Evidentemente, completa, hay una parte que tiene que ser trabajada, porque es potestad del Estado: los saberes fundamentales que se tienen que distribuir para todos, por supuesto que están ahí, pero se trata de reconocer que la diversidad existe, y que por lo tanto, no puede ser simplemente impuesto ese conocimiento, sino que tiene que jugar en un diálogo con los saberes existentes en las comunidades.

El nuevo plan parte de la idea de un currículum integrado, a diferencia de otro tipo de planteamientos donde se fracciona el conocimiento. Acá lo que se pretende es que el conocimiento esté integrado. Y no es que no reconozca que existen las disciplinas, al contrario, reconoce la fuerza de las disciplinas (pero plantea) cómo pueden ser integrados a partir del reconocimiento de que existen problemas sociales, de un trabajo que tiende a la interdisciplinariedad, que problematiza la realidad y que también elabora proyectos.

Entonces no trabaja sobre los elementos aislados, sino que trata, en la medida de lo posible, que haya una sintonía, una base sólida de poner el conocimiento científico, las artes, los saberes, las cosmovisiones, que todo vaya considerándose para la escuela y no tener simplemente no hacer una suma de los elementos.

P: Quieren eliminar las disciplinas, se ha dicho...

Luciano Concheiro (LC): Las matemáticas, por ejemplo, están ahí. Pero no separadas de su utilidad a través de los problemas. Se trata de aprender a problematizar desde las propias matemáticas. Es, de alguna manera, indisciplinar las disciplinas que deben estar, y no es un simple juego de palabras, sino efectivamente entrar a fondo de cómo podemos cambiar.

Cuando el educando se vuelve educador

P: La comunidad como núcleo de los procesos educativos. ¿Con qué se come eso?

RMT: “La escuela no es un espacio aislado, es parte de la comunidad. Haber perdido ese vínculo ha traído fuertes consecuencias para la escuela y para la comunidad. En la vida de las personas, todo lo que son las costumbres, elementos culturales e identidades están presentes en la escuela. Y también lo que pasa en la escuela está presente en la comunidad. Entonces era necesario restablecerla como un núcleo fundamental.

“La segunda razón es que los conocimientos, los saberes, los valores, deben establecerse de manera más integrada, considerando también que esa es la manera como se viven en la comunidad. Y me refiero no solamente a las rurales, sino también a las comunidades urbanas que tienen formas integrales de habitar en el mundo y eso debería estar incluido en la escuela.

“Y una última es que los estudiantes le dan sentido a ese proceso de enseñanza-aprendizaje cuando sienten que se problematizan las cosas que viven cotidianamente en la comunidad. Eso fue muy discutido durante la pandemia. Había quien decía: ‘Dejemos los contenidos a un lado y mejor nada más trabajemos con lo que está pasando’. Y, sin ser tan radicales, el punto es cómo se problematiza en los programas, en la vida cotidiana de las escuelas, esto que se llama las realidades concretas de las niñas, niños e incluso de los propios docentes”.

LC: “Ahí es donde está el cambio de fondo. El niño y la niña se convierten de educandos en educadores de sus compañeros, en términos horizontales. Traen problemas, deciden los temas a tratar junto con el maestro, los problemas que pueden ayudarnos a integrar eso, se vuelve todo este proceso. Decía mucho (el investigador Ángel) Díaz Barriga, ‘hay que ir a Freinet’, toda esta forma de ligarte con el exterior, de comunicar las cosas, de voltear a ver tu entorno. En ese sentido, el educando se convierte en educador y en sujeto de su propia educación. Evitamos en lo posible usar las palabras alumna o alumno, porque quiere decir ‘los sin luz’, porque se supone que los dadores de luz somos los que estamos enfrente como profesores.

Para Concheiro, los nuevos planes y programas revelan que en el país existe una disposición de cambio, socialmente hablando, muy importante. Y eso fue generando un fuerte consenso a nivel nacional.

El plan que abarca educación inicial, prescolar, primaria y secundaria se someterá a una prueba piloto durante el año escolar que inicia este lunes 29 de agosto, para que entre en operación plena y general en el ciclo escolar 2023-2024.

El regreso tras la pandemia

Mención aparte merece un anuncio que adelantan los funcionarios: desde el inicio del ciclo hasta el 31 de octubre se llevará a cabo un “proceso de actualización, si se le quiere llamar así, (porque) tenemos que asumir que no venimos de una ‘normalidad’, venimos de la pandemia, de una pérdida de conocimientos, una pérdida de muchos sentidos”, afirma Concheiro.

Se plantea a los entrevistados que hasta ahora no se conocen públicamente los resultados de los estudios sobre la pérdida de aprendizajes de la pandemia. Concheiro asegura que se darán a conocer, lo que no ha ocurrido porque se ha dado una discusión estadística fuerte, porque no es posible, por ejemplo, simplemente sumar los datos de abandono escolar de un año a otro, dado que la base cambia en cada ciclo (cada año, por ejemplo, hay menos infantes en edad prescolar por la pérdida del bono demográfico).

Con los gobiernos de los estados se reforzará, asegura, una campaña de uno a uno nominal, para buscar que los estudiantes que las abandonaron vuelvan a las aulas.

Así, y con los llantos de rigor en las rejas de las escuelas, arrancará el año lectivo.