Washington. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó que conversará en los próximos días con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a quien ofrecerá un intercambio por la jugadora de baloncesto Brittney Griner.

Este será, por tanto, el primer acercamiento de ambos funcionarios desde el estallido del conflicto en Ucrania, iniciado a finales de febrero, y supondrá un paso hacia la reapertura de los canales diplomáticos entre Moscú y Washington.

En declaraciones a medios de comunicación, Blinken señaló que, entre los asuntos que abordará con su homólogo ruso, estará un posible intercambio mediante el cual la jugadora de baloncesto de la WNBA Brittney Griner y el ex marine estadunidense Paul Whelan, acusados por la justicia rusa, regresen a suelo estadunidense.

Griner fue detenida en febrero en el aeropuerto de Moscú por llevar en su equipaje de mano vaporizadores y un líquido con aroma a aceite de cannabis, según las autoridades rusas.

La jugadora se declaró a principios de julio culpable por un delito de drogas ante un tribunal de Moscú, por lo que podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de cárcel.

Por su parte, el ex marine estadunidense Paul Whelan, quien viajó a Rusia como responsable de seguridad de una empresa de autopartes, está condenado a 16 años de prisión por espionaje y la justicia rusa ya ha rechazado en anteriores ocasiones las solicitudes de repatriación presentadas por su defensa.

Según la cadena estadunidense CNN, la administración del presidente Joe Biden ha propuesto intercambiar a Viktor Bout, un traficante de armas ruso que cumple una sentencia de 25 años de cárcel en Estados Unidos, por Griner y Whelan.

Las fuentes consultadas por la cadena aseguran que la idea ha recibido el respaldo del mandatario.

Griner, dos veces medallista olímpica y campeona de la NBA femenil, dijo ayer durante el juicio que no era su intención introducir drogas en Rusia y precisó que tenía permiso de un médico estadunidense para usar cannabis medicinal y aliviar el dolor de sus lesiones desde la columna vertebral hasta los cartílagos.

La jugadora de la WNBA, considerada una de las mejores del mundo, aseguró que no introdujo de forma voluntaria la sustancia: No entiendo cómo acabó en mi saco. Si tengo que plantear una hipótesis, diría que fue porque hice los preparativos con prisa, declaró ante el tribunal de la ciudad de Jimki (afueras de Moscú).

Simplemente olvidó comprobar lo que llevaba, afirmó Alexander Boilov, uno de sus abogados.