Opinión
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Jazz

Sociedad Acústica de Capital Variable // Ecos de un sonido colectivo

D

espués de 14 años, la Sociedad Acústica de Capital Variable entró nuevamente al estudio de grabación para entregarnos un par de discos: Ecos de un sonido colectivo, Vol. 1 y Vol. 2 (uno físico y digital y otro sólo en edición digital). Y la Sociedad es ahora un quinteto (excelente) con Alex Fernández en el violín, Xavier Quirarte en el bajo eléctrico y la voz, Adriana Camacho al contrabajo, Rodo Ocampo en la batería y el célebre Marcos Miranda en saxofones, clarinete bajo, flauta, tarogato y venova.

Platicamos entonces con Marcos, fundador del grupo en 1995, y Xavier, elemento intrínseco desde el año 2000.

Muy prolongado el silencio discográfico de la Sociedad. ¿A qué se debió?

M.M. –Se debió, básicamente, a que me cansé un poco de la producción de discos. Produje 27 discos como en 10 años, más o menos. Por otro lado, como que ya no tenía mucho sentido hacer discos; en ese momento comenzó a cambiar todo el rollo del mercado. Pero no dejé de grabar, tengo muchísimo material grabado durante esos 14 años.

X.Q. –Son varias circunstancias. La económica es la principal. Aunque finalmente no hay ninguna presión para sacar discos; las cosas se dan en un momento dado. Con esta nueva edición del grupo salió la necesidad de poder documentarlo

Es un quinteto con un bajo y un contrabajo. ¿Dialogan entre ustedes dos previamente a los ensayos o al armado de las piezas o todo sale espontáneamente?

X.Q. –No. Creo que lo principal de un grupo es hacer música. Nosotros nos juntamos en cada ensayo y hacemos música, no importa si tenemos una presentación o una grabación o lo que fuera. Así se fue trabajando la idea de dos bajos; no trabajamos independientemente, en cada canción vamos buscando hacer ese balance, para no estorbarnos y lograr un equilibrio.

¿Y qué te motivó a publicar nuevamente?

M.M. –Pues justamente que ya había pasado mucho tiempo, y, por otro lado, que ya es una nueva banda, con otro sonido. En cada disco, Sociedad Acústica tiene una propuesta sonora diferente.

Eso ha sido siempre. Desde el primer casete que sacaron hace ya 26 años, Sociedad Acústica ha sido un panóptico gigantesco de propuestas. Y aunque los discos no se parecen entre sí, siempre hay un sello de Marcos Miranda, una marca que puede apuntar a diferentes rutas, pero siempre con una cierta carga de espiritualidad, de ese misticismo que traes a flor de piel. ¿O tú qué opinas?

M.M. –Sí. Respecto a la variedad de cada propuesta, es muy cierto. Incluso en cada disco, cada pieza es un universo sonoro diferente. Y en cuanto a lo que dices, sí, hay mucha presencia de eso; antes me gustaba hacerlo de una manera más explícita, ahora es un poquito más discreto. Pero sí… me gusta mucho el jazz, porque siempre lo he sentido como una música muy espiritual, aunque sea esencialmente de baile.

Bueno, dejó de ser exclusivamente de baile desde hace muchos años.

M.M. –Sí, aunque en sus primeros 40-50 años fue una música de baile. Aunque no hay que olvidar que el baile puede ser una actividad profundamente espiritual.

Por supuesto. Ahora, Sociedad Acústica siempre ha sido una banda de múltiples aristas y conceptos sonoros, pero siento que en Ecos de un sonido colectivo esta pluralidad de conceptos y sonoridades se ha acentuado. ¿Qué opinas?

M.M. –Creo que siempre es una búsqueda. En Ecos de un sonido colectivo, cada pieza es una referencia a un mundo sonoro de algún músico de la banda, o alguna vivencia que hemos tenido, o algunas músicas que se oyen en esta sonósfera colectiva en la cual vivimos. De alguna manera es experimentar o encontrarse uno mismo en esos diferentes sonidos que hay en el mundo del jazz y en el mundo sonoro que nos rodea en México.

X.Q. –Sí, ésa ha sido siempre la característica del grupo, por eso me llamó la atención desde un principio. Pero no es algo planeado, es el resultado de las experiencias de vida y de música de cada uno de nosotros. Aunque también recurrimos a homenajes a músicos de diferentes épocas y estilos y, finalmente, las piezas que creamos a partir de esas influencias tienen ese sonido de Sociedad Acústica. Eso es lo importante.

Aunque la colectividad de la banda siempre ha girado, en un 80 o 90 por ciento alrededor de lo que Marcos Miranda propone inicialmente.

M.M. –Bueno, de alguna manera sí soy yo el que produce, el que propone. Pero hay una cosa muy importante, que me gusta mucho y que es una de mis mayores influencias, y es Duke Ellington, que siempre es hacer una música a la medida de los músicos con los que uno está.

Escribes dependiendo de los integrantes de la banda en determinado momento.

Sí. Totalmente.