Cuatro personas fueron detenidas –entre ellas un menor de edad– en el poblado San José del Llano, municipio de Badiraguato, Sinaloa, luego de la denuncia que realizaron los reporteros que cubrían la gira de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado viernes, de un retén, informó el secretario de Seguridad Pública estatal, Cristóbal Castañeda Camarillo.

El funcionario indicó que los aprehendidos se encontraban cerca de la zona, pero que aún no se puede establecer que sean las mismas que estaban en el puesto de revisión. Mencionó que se recuperaron dos vehículos con reporte de robo –un Jeep y una camioneta Ranger–, similares a los que aparecen en las imágenes captadas por los comunicadores.

Castañeda Camarillo reportó que se decomisaron armas, equipo táctico y vestuario tipo militar, que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado.

Dio a conocer que fue el mismo viernes que se realizaba la gira del presidente por Chihuahua, cuando se hizo un despliegue militar en colaboración con la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa.

Es un área de difícil acceso, no tienen comunicación; en cuanto se tuvo comunicación se desplegó personal militar y de la Secretaría de Seguridad Pública, y se aseguraron cuatro personas y dos vehículos, explicó.

Precisó que las aprehensiones se realizaron la noche del viernes, a 4 o 5 kilómetros de Bacacoragua (cercano al poblado de San José del Llano), donde reporteros y personal del área de comunicación del gobierno del estado fueron interceptados para revisar si llevaban armas e interrogados sobre a dónde se dirigían.

Ese día, dos camionetas que trasladaban a periodistas de Culiacán hacia Guadalupe y Calvo, Chihuahua, como parte de la gira que realizaba López Obrador por el norte del país, fueron interceptadas por un grupo de hombres que portaban fusiles AK-47 y quienes les preguntaron si llevaban armas.

En el poblado de Bacacoragua, sobre la carretera en construcción, que va de Badiraguato a Parral, Chihuahua, entre ocho y 10 hombres con trajes militares, huaraches, insignias en el brazo –con dos naranjas y el número siete– y radios de transmisión portátil, supervisaron todos los vehículos que transitaban por la zona para interrogar a sus ocupantes también sobre el lugar al que se dirigían.