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Vecinos padecen escasez desde hace 20 años

El agua en Bahía de Banderas, para hoteles y condominios de lujo

Campos de golf y albercas, rodeados de colonias que se abastecen con pipas // Salinización de pozos y mantos

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▲ Cerca de 3 mil habitantes de la comunidad Punta de Mita, municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, han instalado tinacos para abastecerse de agua cuando pasan pipas o cuando llegan a recibir el líquido directamente de la red, contrario a los complejos hoteleros, que nunca carecen del recurso.Foto Javier Santos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 31 de marzo de 2022, p. 25

Bahía de Banderas, Nay., Desarrollos de gran turismo como los hoteles Four Seasons o St. Regis disponen de toda el agua necesaria para regar sus tres campos de golf, llenar albercas, dar servicio a sus habitaciones y mantener sus extensos jardines.

Dichos complejos, donde suelen hospedarse personajes como Bill Gates o las hermanas Kardashian, no padecen escasez de líquido, pues lo reciben a través de un ducto de su propiedad de más de 10 kilómetros desde el poblado de Bucerías.

Un panorama muy distinto enfrentan los alrededor de 6 mil habitantes de las comunidades aledañas de Punta de Mita, Emiliano Zapata e Higuera Blanca, que por más de 20 años han sufrido falta de este recurso.

Los lugareños se abastecen por medio de las pipas que envía el ayuntamiento y la mayoría de las viviendas cuenta con tinacos que los colonos llenan cuando llegan a recibir el líquido de manera regular en la deteriorada red de agua, lo que es poco frecuente.

El ecologista Indalecio Sánchez expuso que los hoteles consumen grandes volúmenes y los mantos freáticos están sobrexplotados.

En 2019, para exigir a las autoridades resolver el problema, vecinos de las localidades citadas bloquearon la carretera estatal que conduce a los conjuntos de gran turismo, entre ellos el Four Seasons, de capital canadiense, y el St. Regis, para impedir el paso a turistas.

Tienen agua hasta para tirar, comentan lugareños cuyos hijos laboran en esos establecimientos y a menudo veían al ex presidente Enrique Peña Nieto jugar golf. Aseguran que el priísta tiene una propiedad en esta zona.

El 15 de abril de 2019, los colonos de Punta de Mita, Emiliano Zapata e Higuera Blanca se unieron para reclamar suministro del líquido. Tras las protestas, se lograron acuerdos de dotación mediante pipas y la construcción de un pozo cuyo costo sería de más de 5 millones de pesos y se haría mediante una asociación público-privada.

Las autoridades estatales prometieron también reparaciones en tuberías, con la colaboración del gobierno municipal de Bahía de Banderas, entonces encabezado por el alcalde Jaime Cuevas, quien llegó al cargo postulado por el Partido Acción Nacional.

El ayuntamiento se comprometió además a mejorar la red hidráulica, a gestionar el suministro de agua ante el Grupo DINE (dueño de playas, parques y plazas en este municipio y al que pertenece el Four Seasons) y a dotar de agua de manera equitativa a las tres localidades.

Desde entonces habían tenido servicio, si no diario, sí con frecuencia, pero el problema ha empeorado, por lo que tienen que abastecerse con pipas o llenar los tinacos que tienen fuera de sus casas, en patios o azoteas.

Los lugareños creen que DINE sería el dueño del pozo o al menos el que lo administra. Es un problema social que nos atañe a todos. Alguien tiene que dar una respuesta. El porqué de estos atropellos es la corrupción, reprochó José Aguirre Anaya, presidente de la Asociación Unidos por la Dignidad de Corral del Risco.

Expuso que para tener una versión oficial de lo que sucede es necesario ir a las instalaciones del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oromapas), pero pueden no responder. Por ello, buscó al director, Raúl Gutiérrez, quien se negó a hablar con él, y por conducto del área de comunicación social le respondieron que esta situación se debe a la salinización de los pozos y mantos freáticos.

Lo cierto es que casi no hay agua. No entendemos el porqué de la escasez; no sabemos si el ́pozo no está operando o si se entregan más metros cúbicos a DINE, pues en temporada alta le dan preferencia a la hotelería y dejan a la comunidad tres o cuatro días sin agua, reprochó Jasiel Pelayo Estrada, quien fue regidor en la administración municipal pasada.

El residente de Punta de Mita recordó que el acuerdo con DINE era abastecer al pueblo y el volumen sobrante se entregaría al conjunto turístico, pero se desconoce qué está pasando.

Prácticamente todas las casas de Punta de Mita, Emiliano Zapata y Corral del Risco cuentan con al menos un tinaco para captar agua cuando llega a salir por la tubería.

Otros ciudadanos usan tambos, cubetas o cualquier otro recipiente, pero se ven obligados a comprar garrafones para beber.

Candelaria Flores, quien tiene una pizzería en su casa, en Punta de Mita, relató: Hace 15 días comenzó a disminuir el agua. Antes era poquita, pero había; desde hace una semana, durante el día hay dos o tres horas o en la noche (en ambos casos a muy baja presión), pero a esa hora estamos dormidos.

Dice no tener un problema grave de escasez, pero hay mucha gente que no tiene manera de acumular agua y es la que está padeciendo. Si esto sigue así, hasta los que tenemos cisterna tendremos problemas.

Los vecinos temen que la crisis se agrave en el periodo vacacional de Semana Santa, cuando los turistas llenan hoteles, condominios o casas de renta en Punta de Mita y poblados cercanos como Sayulita, La Cruz de Huanacaxtle o San Pancho, lo que triplica el consumo.

Alicia Naranjo, dueña de una tienda de abarrotes, contó que hace nueve años su esposo compró dos tinacos y una bomba hidráulica para ir sorteando la escasez.

Muchos de los habitantes señalan que a pesar de la falta de suministro, los recibos por el servicio han llegado más altos de lo normal. José Luis, irritado, comenta que el agua no llega a la zona alta donde reside.

En estas comunidades la industria de la construcción no ha parado, ni siquiera en pandemia. Numerosos políticos y empresarios han encontrado en esta región un refugio sin preocuparse por la falta de agua.