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Negocios y empresas

La hambruna toca la puerta

M

últiples elementos se conjugan para una crisis de alimentación a nivel internacional. La pandemia, la guerra, la falta de inversiones en el campo y las sequías generan una carencia de granos en el mundo.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la guerra en Ucrania provocará un incremento de 22 por ciento en el precio de los alimentos a nivel global. En 2021 se habían experimentado los costos agrícolas máximos en 10 años, pero ahora el valor de los granos enfrenta un alza no vista a lo largo del siglo.

Esta situación era previsible porque Rusia y Ucrania son grandes graneros y, mientras la guerra avanza, se dejan de sembrar miles de hectáreas en Ucrania y se dificulta el traslado de los alimentos de Rusia, tanto por la falta de transporte como por las restricciones económicas impuestas a este país por Occidente.

Pero la crisis de la producción de alimentos no se restringe a esa zona. La Organización Meteorológica Mundial señala que entre 2021 y 2022 se vive una profunda escasez de agua en diversas regiones. En el Cuerno de África, por ejemplo, la gente se está muriendo de hambre en Etiopía, Kenia y Somalia.

En el caso de Sudamérica, hay problemas de agua en Argentina, Paraguay, Brasil y Chile. Lo mismo sucede en otras regiones, entre las que destaca Australia que también vive uno de los momentos de estiaje más complicados en varias décadas.

En el caso de México, el periodo 2021-2022 (que inició en octubre) es el segundo más seco de este siglo, sólo superado por el de 2007-2008. El nivel de lluvias bajó 35 por ciento frente al año anterior. En particular afecta la producción el fenómeno La Niña que trae consigo anomalías de temperatura fría que limitan las lluvias.

A nivel de los países que no son autosuficientes en materia de granos se comienza a experimentar un tripe fenómeno: el aumento de precios, la escasez en los mercados internacionales y la falta de transporte para llevar los alimentos a regiones distantes de los centros de producción.

Esta situación se expresará en una profunda crisis económica y social y en grandes hambrunas en diversas regiones a lo largo de este año.