Opinión
Ver día anteriorMartes 1º de marzo de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

Putin no tiene recursos financieros para una guerra global // La mayor petrolera rusa invierte en México // ¿Es AMLO antiempresarial?

Astillero

Michoacán, ejemplo de ineficacia // Fusilamiento o no // Ni un solo cuerpo // Gobiernos fallidos

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
Negocios y empresas

La industria de la guerra

México SA

Petróleo mexicano: 91.80 dólares // Alza de 7.3% en tres días // Mayor registro en casi 2 sexenios

Miguel Pineda
Carlos Fernández-Vega
Ciudad perdida

Sandra Cuevas, en la cuerda floja

Guerra, medios y censura
L

a determinación de las empresas internéticas Meta (que engloba a las redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp) y Alphabet (propietaria de las plataformas Google y Youtube) de bloquear o restringir los contenidos de los medios rusos Sputnik y RT en el contexto de la incursión militar de Rusia en Ucrania, marca un nefasto precedente en materia de libertad de expresión y derecho a la información.

Miguel Ángel Velázquez
El Correo Ilustrado

Rusia y Ucrania deben negociar sin injerencias externas, opina

A

nte la delicada situación que ha provocado la confrontación entre Rusia y Ucrania, se deben considerar los antecedentes del conflicto. Los dos países tiene una historia en común y ambos formaron parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). Dentro del territorio ucranio hay población con raíces e idioma rusos.

Guerra premeditada
Paisaje en lugar de la batalla
D

esde hace varios días he tratado de hallar un noticiero que dé cuenta de hechos y datos de la guerra en Ucrania, pero me encuentro todo el tiempo con los medios occidentales repitiendo una única idea: que la guerra en Ucrania se debe a la locura y la criminalidad del solitario presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin; que el dirigente ucraniano, Volodymir Zelensky, es casi un candidato al Premio Nobel de la Paz, y que Estados Unidos y la Unión Europea sólo se están defendiendo, a riesgo de perder un gasoducto. Para sustentar su dicho, los medios corporativos occidentales fabricaron a un héroe ucraniano, el Fantasma de Kiev, que había derribado cinco aviones rusos y un helicóptero en una noche. Para ello, transmitieron como reales las imágenes de un videojuego producido en 2013 por Eagle Dynamics y que es un simulador de vuelo. Luego, para ilustrar la maldad rusa, dieron por bueno un accidente entre un tanque y un automóvil; no se sabe en qué año fue filmado ni la procedencia del carro blindado. Y, para terminar, le dieron vuelo a una fotografía de Zelensky en uniforme militar para enaltecerlo, pero sin decir que la imagen había sido tomada el año pasado en una fiesta oficial.

Fabrizio Mejía Madrid
El derecho como herramienta de paz
E

l tránsito de un estado de derecho a un estado constitucional supuso una transformación radical en aquellos regímenes que se vieron en la necesidad de reconfigurar sus sistemas jurídicos en favor de la protección de las personas. Y la ley, como destaca Zagrebelsky, de ser expresión de la voluntad del Estado capaz de imponerse incondicionalmente en nombre de intereses trascendentes propios, empezaba a concebirse como instrumento de garantía de los derechos. Es precisamente en la coyuntura de la posguerra que los derechos se convierten en lugar común de protección y promoción, especialmente hacia las personas y grupos más vulnerables de la sociedad, generando un nuevo sentido de humanidad.

Estados Unidos vs. China y Rusia
E

l ethos de nuestra época es intensamente antibelicista. La guerra es objeto de un rotundo rechazo, de una condena moral sin miramientos: es un crimen sin paliativos, es una aberración inhumana. La repulsa de Rusia por su guerra contra Ucrania cuenta con la cuasiunanimidad de los medios de Occidente. Lo mismo ocurre con las voces de la derecha, el centro y la izquierda. Demócratas y republicanos en EU, o Bergoglio y algunas izquierdas soviéticas (las hay, defendiendo a Lenin frente a Putin), todos embarcados en esa santa cruzada.

Santiago Nieto Castillo
José Blanco
De los derechos permitidos a los derechos prohibidos
Y

a es un hecho que en la llamada 4T no hay posibilidad de que desde el Presidente de la República se establezcan condiciones para alcanzar la justiciabilidad del derecho indígena , ello a la luz de las violaciones y restricciones que en tres años se han venido colocando, coincidentes, por cierto, con la razón de Estado que prevaleció, al decidir y avalar, sucesivamente los tres poderes, la mutilación y distorsión del alcance de la contrarreforma indígena de 2001. Hoy, como ayer, la problemática de los recursos naturales, es el corazón de la referida razón de Estado. La razón de pueblo, en contraste, es avasallada por la narrativa del llamado desarrollo que, para efectos prácticos, es el sustento del despojo y aunado a ello está el imperativo del factor tiempo pues los megaproyectos del gobierno, por decisión política, deben concluirse en el actual sexenio. Y en ese ámbito se está pasando por encima del derecho a la consulta, libre determinación, al territorio, como el caso del Tren Maya, sin manifestaciones de impacto ambiental que den cuenta del conjunto del proyecto. Para atender la premura se expidió un acuerdo el 22 de noviembre de 2021 considerando de interés público y seguridad nacional los proyectos prioritarios del gobierno. Se ordenó que si en cinco días no se autoriza una solicitud se considera aprobada por el término de un año pasando por encima de las normas establecidas en la legislación. Ya se han logrado dos suspensiones provisionales en torno a este acuerdo y también se está evadiendo su cumplimiento.

Pandemia y Ucrania aceleran el declive de la hegemonía global de EU
E

l siglo XX termina con la disputa entre el declive de la hegemonía imperial estadunidense y el surgimiento de fuerzas favorables a un mundo multipolar en el centro de la lucha política mundial. Ya se proyectaba como la disputa central del nuevo siglo.

Magdalena Gómez
Emir Sader
José Hernández Delgadillo, elogio al muralismo
E

l mural semeja un enorme cartel pegado a la pared. En él, tres personajes pintados con trazos sencillos en blanco y negro, y sus camisas rellenadas en azul cobalto simbolizan, con sus brazos vueltos fuego, la unión de campesinos, estudiantes y obreros. Un labriego empuña un enorme machete. Un joven guardia enarbola El libro rojo con las citas de Mao Tse-tung. Y un trabajador levanta su martillo. Grandes letras en su parte superior, a la manera de una pinta callejera subversiva, anuncian el propósito de esa alianza: Por la revolución proletaria. Venceremos.

Luis Hernández Navarro