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Washington envía a Kiev cargamento de armas

El Kremlin pretender instalar en Ucrania a un líder pro ruso: GB

Gobierno de Putin reprueba las remesas de pertrechos militares

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▲ Decenas de civiles se han unido a las reservas del ejército de Ucrania en las semanas recientes en medio de temores sobre una invasión rusa. En la imagen, un entrenamiento de fuerzas voluntarias en un parque de la ciudad de Kiev.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de enero de 2022, p. 17

Londres. Gran Bretaña acusó ayer al Kremlin de buscar instalar en Ucrania a un líder pro ruso y declaró que oficiales de inteligencia rusos estuvieron en contacto con varios ex políticos ucranios como parte de los planes para una invasión.

En un hecho paralelo, unas 90 toneladas de armas y municiones proporcionadas por Estados Unidos aterrizaron ayer en el aeropuerto ucranio de Boryspil, a unos 29 kilómetros al este de Kiev, en la primera remesa de la ayuda adicional para Ucrania aprobada en diciembre por la Casa Blanca y que llega en un momento álgido de la tensión con Rusia sobre el aumento de tropas en la frontera común. Estonia, Letonia y Lituania también enviaron armamento a Ucrania.

El Ministerio de Relaciones Exteriores británico no dio pruebas de sus acusaciones, que se hacen públicas en medio de las tensiones entre Rusia y Occidente por probable invasión de Moscú a la ex república soviética, presunción que ha sido negada por el gobierno de Putin.

La cancillería afirmó que Moscú considera al ex legislador ucranio Yevhen Murayev un candidato potencial para encabezar un liderazgo pro ruso.

Un aspecto que contraviene las afirmaciones británicas es que Murayev figura en la lista de individuos sancionados por Moscú, de acuerdo con un informe de 2018 en el cual se le considera hostil a ciudadanos y empresas rusas, según un decreto de Moscú identificado con el número de folio un mil 300. La información arroja luz sobre el alcance de la actividad rusa diseñada para subvertir a Ucrania, declaró la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, en un comunicado.

Agregó: Rusia debe reducir la tensión, poner fin a sus campañas de agresión y desinformación, y seguir el camino de la diplomacia. Como han dicho repetidamente el Reino Unido y nuestros socios, cualquier incursión militar rusa en Ucrania sería un enorme error estratégico con graves costos.

La contraparte rusa tachó de absurda la versión de Reino Unido en un comunicado en el que agregó: Esta desinformación por parte de la Oficina del Exterior británica es una evidencia más de que son los países de la OTAN, liderados por los anglsajones, los que están haciendo crecer las tensiones en torno a Ucrania. El documento urgió a las partes cesar las provocaciones.

Las afirmaciones británicas suceden un día después de que los representantes de la política exterior de Washington y Moscú, Antony Blinken y Sergéi Lavrov, respectivamente, no lograron avances en las conversaciones para resolver la crisis de Ucrania, aunque acordaron seguir hablando.

Rusia ha hecho demandas de seguridad a Estados Unidos, incluido el cese de la expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la promesa de que a Ucrania nunca se le permitirá unirse a la alianza militar occidental.

En tanto, la embajada de Estados Unidos en Ucrania confirmó la llegada del avión cuyo cargamento describió como ayuda de carácter letal, munición incluida, para los defensores del frente de Ucrania.

Esto demuestra el firme compromiso de Estados Unidos con el derecho soberano de Ucrania a la autodefensa escribió la legación diplomática en Twitter.

Este envío, así como los 2 mil 700 millones de dólares en ayuda proporcionados a Ucrania desde 2014, demuestra el compromiso de Washington para potenciar sus defensas frente a la cada vez mayor agresión rusa, agregó la misión.

Rusia reprobó el envío de material militar a Ucrania y afirmó que sólo sirve para aumentar la tirantez militar en la zona, como ocurrió recientemente con otra remesa de armas ligeras antitanque entregadas por Reino Unido.

Las naciones bálticas Estonia, Letonia y Lituania enviarán armas antitanques y antiaéreas hechas en Estados Unidos a Ucrania.

Blinken tuiteó ayer que Washing-ton saluda a esas tres ex repúblicas soviéticas, y hoy miembros de la OTAN, por su apoyo firme a Kiev.

El Kremlin niega cualquier intención bélica, pero condiciona la desescalada a tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa. Algo que los occidentales consideran inaceptable.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abordó este sábado la crisis entre Rusia y Ucrania con su equipo de seguridad nacional, informó el grupo de prensa de la Casa Blanca.

El mandatario fue informado del estado actual de las operaciones militares rusas en la frontera de Ucrania y discutió los esfuerzos diplomáticos que se están realizando para lograr la distensión, así como las medidas de disuasión que se están coordinando estrechamente con nuestros aliados y socios, incluidas las entregas en curso de asistencia en materia de seguridad.

Dimite el jefe de la Armada alemana

Por otra parte, el jefe de la Armada alemana, Kay-Achim Schoenbach, presentó su dimisión tras la polémica desatada por sus declaraciones sobre la península de Crimea. Al intervenir en el Instituto indio de Estudios y Análisis de Defensa Manohar Parrikar, Schoenbach declaró que la península de Crimea se ha ido, nunca volverá (a Ucrania), esto es un hecho.

“Acabo de pedirle a la ministra federal de Defensa (Christine Lambrecht) que me libere de mis tareas y obligaciones como comandante de la Marina de Alemania#, anunció Schoenbach en un comunicado. Explicó que su renuncia es necesaria para evitar más daños a la Marina, las Fuerzas Armadas y al país en general.

Es fácil darle el respeto que realmente exige, y probablemente también merece, dijo Schoenbach al indicar que Rusia es un país antiguo e importante. Berlín se desmarcó de las declaraciones del jefe de la Armada, quien admitió que sus declaraciones fueron un error.

Crimea se escindió de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que más de 96 por ciento de los votantes avaló esa opción.