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La cruzada chihuahuense
C

hihuahua de nuevo fue la excepción. Mientras en sus vecinos, Sonora y Sinaloa, Morena ganó con claridad la gubernatura, aquí la candidata blanquiazul, vinculada a proceso penal, ya tiene su constancia de gobernadora electa. En este mismo espacio la semana pasada destacábamos tres factores de la derrota de Morena: la inconformidad de ciertos sectores medios y pequeños agricultores y ganaderos con el gobierno de López Obrador; el dinero invertido a raudales por las cúpulas empresariales y el clan prianista cercano a César Duarte para propaganda, las falsedades y la calumnia. Y el miedo a los males y perjuicios que pudieran precipitarse si ganara el candidato de la coalición Morena-PT-Nueva Alianza.

Este miedo fue el ingrediente principal de una cruzada, que también ya señalábamos en estas páginas, promovida por algunos jerarcas de la Iglesia católica en Chihuahua y relevada en los medios de difusión eclesiásticos y las redes sociales. Así fue denunciado por el candidato a la gubernatura de Morena el pasado martes 14 en rueda de prensa.

Hay que recordar que los obispos chihuahuenses, con excepción del prelado de la Tarahumara, fueron aliados incondicionales de César Duarte, ex gobernador preso en Miami para ser extraditado a México por los múltiples actos de corrupción cometidos en su gobierno. Ellos lo acompañaron en abril de 2013 cuando encabezó la Consagración del estado de Chihuahua a los Sagrados Corazones de Jesús y María, en abril de 2013, seguramente trasladados al sitio de la anticonstitucional consagración en las flamantes Suburban que el gobernador extraditable les regaló.

Ahora, pese a que los propios obispos expidieron un comunicado el 3 de mayo sobre las elecciones, muchas de las acciones de sus iglesias particulares contradijeron dicha palabra.

Los ataques de los jerarcas bordaron en torno a los siguientes temas: el presidente (López Obrador) miente; votar por su partido es votar en favor del aborto, que merece una excomunión de la Iglesia; es votar en favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y es votar por un gobierno marxista. Señalaron, además: “La Iglesia estorba a los planes diabólicos de los grupos de poder de personas enfermas de poder… se aprovechan y hasta se burlan de la necesidad de muchos oprimidos por la pobreza, que engañan, que usan el dinero de los que trabajan y pagan impuestos para comprar adeptos mediante programas disfrazados de obras de caridad”.

En sus homilías del domingo 6 varios curas instaron a la feligresía a votar para vencer el mal, para defender a la familia como unión de varón y una mujer, para defender el respeto a la vida desde el momento de la concepción, para defender la libertad, etcétera. Por su parte el semanario de la diócesis de Juárez, Presencia, en su edición del domingo 30 de mayo, llamó también en su titular con tinta azul: Todos a votar y en su editorial, El Espíritu nos guía a las urnas, destacó en azul las últimas cuatro palabras. Lo mismo en un artículo Ejercer el voto con libertad y responsabilidad. ¿Casualidad tipográfica?

Esto suscitó un ánimo de cruzada contra el mal en muchos católicos. Se organizaron para promover el voto contra Morena y en favor del PAN-PRD; promovieron jornadas de oración y se dieron a la tarea de convencer a otros católicos de la inminencia del advenimiento de un gobierno diabólico, marxista, contrario a la vida, promotor del homosexualismo y de la ideología de género. Si se les señalaban las acusaciones fundadas a la corrupción de la candidata del PAN respondían o que era lo menos malo, o que eran calumnias para impedir su triunfo.

A esto se agrega la campaña de organizaciones como Conciencia Social y Cruzada por la Familia, que propusieron a la candidata panista crear la secretaría de la familia para contrarrestar políticas que el gobierno del estado ha instrumentado con perspectiva de género, propuesta que ella aceptó con singular entusiasmo, refiere la periodista Dora Villalobos Mendoza.

Aparte de los delitos electorales cometidos por los clérigos, que la Fisel habrá de investigar, parece que por lo pronto esta cruzada les funcionó. Pero hasta la persona más ignorante de la historia sabe que unas fueron las cruzadas predicadas por Pedro El Ermitaño al grito de ¡Dios lo quiere! con la intención de rescatar el Santo Sepulcro, y otras fueron las cruzadas realmente existentes que generaron masacres en Constantinopla, acrecentaron fortunas y poderes nada espirituales, todo al grito de ¡Dios lo quiere!

Va por México querrá aprender del caso Chihuahua. Sólo disfrazando las ambiciones de poder y dinero de sus dirigentes en una santa cruzada articulada por el poder simbólico de algunos jerarcas católicos, podrán avanzar lo que ahora no pudieron.

Si la ley y la inteligencia social así lo permiten.