Las vacunas en desarrollo contra el Covid-19 podrían estar disponibles para su aplicación en el segundo semestre de 2021, si se logran los resultados esperados en los ensayos clínicos en cuanto a su capacidad para prevenir la infección, afirmó Cristian Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México. En tanto, Santiago March, coordinador de proyectos estratégicos de la Fundación Mexicana para la Salud, advirtió que cualquiera de los productos tendrá que comprobar su eficacia y calidad en los mexicanos, por las variaciones genéticas de nuestro sistema de defensa respecto de otras poblaciones.

Morales señaló que el Covid-19 estará presente hasta 2025 y tal vez más allá. Debido a que no habrá una vacuna pronto, lo mejor será reforzar las medidas efectivas de prevención, principalmente mantener la sana distancia, el lavado frecuente de manos y el uso de cubrebocas en espacios públicos.

También, impulsar estrategias proactivas para buscar a personas con sospecha de tener el virus en sus domicilios y, de ser el caso, resguardarlas, así como a los grupos de mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.

Por separado, March refirió una publicación del investigador Julio Granados, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, donde advierte que la variedad genética de las poblaciones puede condicionar la respuesta a la vacuna. Planteó la necesidad de realizar estudios locales en México para tener el visto bueno de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.