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El PRI debe demostrar que es un partido vivo: Astudillo
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de julio de 2019, p. 14

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se planteó ayer la necesidad de reformarse y dejar atrás el lenguaje de la mentira y de las palabras vacías hacia los ciudadanos, como salida para no quedarse como formación política minoritaria.

Si queremos quedarnos en el pasado, mantengamos la vieja política, dijo el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, en el aniversario 77 del natalicio de José Francisco Ruiz Massieu.

En ese contexto, advirtió que la elección de la nueva dirigencia no puede ser la pasarela de la frivolidad ni del encono, sino oportunidad para mostrar que el Revolucionario Institucional es un partido vivo.

A más de un año de la derrota en las elecciones presidenciales, la dirigente nacional del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, consideró que la disyuntiva de ese instituto político es si será un partido que evoque o convoque.

En entrevista, defendió el proceso interno para renovar la dirigencia priísta, así como la certeza en el padrón de militantes que se usará en la elección del 11 de agosto.

Se trata, insistió, de un padrón que verificó el Instituto Nacional Electoral, y señaló que ese listado se ha integrado durante décadas, por generaciones de priístas.

Tres temas de reflexión

En su discurso, Astudillo sostuvo que el PRI no logró transformarse y ponerse al día para superar la larga convivencia entre lo viejo y lo nuevo, lo que “provocó no sólo perder el poder, sino –peor aún– ubicarse como una formación política minoritaria”.

Afirmó que en la reflexión de la derrota y del futuro partidista, los priístas deben analizar tres asuntos fundamentales.

Primero, el saldo histórico de un partido con luces y sombras, que –más allá de la alternancia pacífica del poder– mantuvo elevados porcentajes de mexicanos en condiciones de pobreza.

Además, que la derrota en sí misma fue un rechazo a la acción política del partido y del gobierno, y que tanto en 2000 como en 2012 el tricolor dejó pasar oportunidades para aprobar reformas atractivas y trascendentes. Lo que hoy vivimos es consecuencia de no habernos reformado, como oportunamente propuso José Francisco Ruiz Ma-ssieu, agregó.

Y tercero, que el partido abandonó el debate ideológico, lo cual dejó sin sustento la acción del priísmo. Incluso señaló que se eludió el reclutamiento de nuevas generaciones. Nuestros ideólogos han quedado como mera referencia enciclopédica, admitió.