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Despertar en la IV república

Elecciones, 25 años después

E

n abril de 1994 el entonces secretario de Gobernación Jorge Carpizo me propuso formar parte del Consejo Ciudadano del IFE. Fue una breve llamada telefónica que me sorprendió. Pasados unos días decidí incorporarme. Había visto una sola vez a Carpizo, lo admiraba por su defensa en la UNAM. Cuando le comenté que aceptaba, se despidió cordialmente y no me volvió a llamar en semanas.

La situación política en 1994 era bastante confusa y sujeta a una tensión dramática: el primer día del año estalló una rebelión indígena en Los Altos de Chiapas y en marzo asesinaron a Luis Donaldo Colosio, candidato oficial a la Presidencia. Para despresurizar, el presidente Carlos Salinas aceptó dotar al IFE de un Consejo Ciudadano de cara a las elecciones presidenciales de agosto. Carpizo, por ministerio de ley, se convirtió en presidente del Consejo del IFE.

Dicho organismo sería por primera vez ciudadano, sin los representantes de los partidos. Carpizo tuvo que lidiar durante meses para lograr consensuar los nombres de los consejeros y en junio de 1994, a mes y medio de las elecciones, logró integrar el colectivo de seis integrantes: Santiago Creel, Miguel Ángel Granados Chapa, Ricardo Pozas Horcasitas, José Woldenberg y Fernando Zertuche.

Hace unos días, 25 años después de nuestra aventura, algunos de los ex consejeros nos reunimos a hacer remembranzas. A pesar de ideológicas y de estilo entre nosotros, pudimos ajustarlas con sentido común. El proceso electoral de 1994 fluyó, aunque como dijo el triunfador Ernesto Zedillo: fue legal, pero injusto por la superioridad abrumadora de recursos del PRI.

A cinco lustros de esta experiencia los ex consejeros coincidimos en que el proceso ha sido excesivamente lento, pero que al fin parece consolidarse la democracia y en 2018 pudimos tener elecciones presidenciales libres y justas. En 2019 parece confirmarse esta tendencia. La clave: los gobiernos no metieron mano en las elecciones. Entonces el panorama político se configuró de manera espontánea. No hubo ganadores o perdedores totales, la alternancia se produjo, las denuncias se redujeron y los incidentes casi desaparecieron ¡Pero cuidado!, puede haber una regresión. Debemos estar alertas.

Colaboró: Mario Antonio Domínguez.