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Curas cesados por pederastia, bomba de tiempo, afirma SNAP
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de marzo de 2019, p. 8

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se niega a dar información sobre el destino de los 152 sacerdotes que suspendió por pederastia, y junto con el Estado mexicano están poniendo en riesgo a los menores de México, porque estos ministros de culto son una bomba de tiempo.

Así lo declaró Joaquín Aguilar Méndez, director en México de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) luego de hacer un balance de la Cumbre sobre la Pederastia celebrada en el Vaticano.

En los días recientes, Aguilar Méndez se ha reunido en varias ocasiones con los obispos de la CEM sin obtener resultados acerca de los nombres de esos 152 sacerdotes pederastas suspendidos, ni sobre su destino, por lo que alerta respecto de las consecuencias de este encubrimiento e impunidad.

No se nos ha permitido indagar con ellos (los obispos) lo que sucedió con esos 152 sacerdotes pederastas. ¿En dónde están? ¿Que han estado haciendo? Y lo más importante que necesitamos saber: ¿la CEM está atendiendo a las víctimas?, señala.

Añade: Es tiempo de empezar. En este momento no sabemos nada, se nos ha negado la información. Estamos preocupados porque todo parece indicar que algunos de esos 152 sacerdotes suspendidos por pederastia están dando clases. Algunos de los acusados son ahora maestros en colegios privados debido a la formación que tienen. Y esto pone en riesgo a muchos niños.

Alerta nacional

El pasado 11 de febrero, la CEM reconoció que 152 sacerdotes han sido suspendidos por casos de pederastia. El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, presidente de la misma, afirmó en una conferencia de prensa que durante los pasados nueve años algunos delincuentes sacerdotes están en la cárcel, otros han sido ya suspendidos de su ministerio sacerdotal.

La primera reacción de las víctimas agrupadas en SNAP México fue de sorpresa, porque nunca fueron notificadas de esta situación, ni tampoco se les solicitó su apoyo para atender a los menores afectados.

Por tanto, Joaquín Aguilar exige ahora dar seguimiento a esta lista de abusadores sexuales con sotana, no sólo en términos eclesiásticos, sino en la aplicación de las leyes: Primero, hay que darle seguimiento, ver qué sucedió con los procedimientos que se deben aplicar a los sacerdotes pederastas. Aquí también tiene que ver el Estado mexicano, insiste.

Explica que es importante ver los archivos sobre estos 152 sacerdotes señalados por pederastia para determinar si la jerarquía católica y el estado mexicano han cumplido con la ley:

Las arquidiócesis donde laboraban los 152 sacerdotes pederastas debieron informar a las autori-dades correspondientes, y si éstas no hicieron nada, no iniciaron una investigación o no les importó, entonces tanto la jerarquía católica como el Estado mexicano son corresponsables de que estos curas pederastas sigan libres e impunes.

Afirma que los obispos deben ceñirse a los nuevos procedimientos civiles para afrontar el crimen de la pederastia clerical: La jerarquía católica está forzada a avisar a las autoridades desde la ley de 2010. Aquí, el Estado tendría que estar actuando. Y no nos han informado a pesar de que tenemos que hacer el acompañamiento de las víctimas de los sacerdotes pederastas.

De acuerdo con los protocolos, señala que el Estado mexicano también tiene una responsabilidad en la rehabilitación de los sacerdotes pederastas en prisión, aunque no se conoce con exactitud su número, pues la CEM argumenta que oculta la lista de los abusadores para no violar sus derechos humanos.

Si los sacerdotes pederastas fueron encarcelados, parte del trabajo del Estado es darles terapia estando en la cárcel para que se puedan readaptar a la sociedad al ser liberados, destaca.

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▲ Joaquín Aguilar, director de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales por Sacerdotes, señala que el episcopado mexicano debe informar sobre el destino de 152 curas suspendidos, pues se está poniendo en riesgo a menores.Foto La Jornada

Nuevo protocolo

Ante las revelaciones de la CEM sobre los 152 sacerdotes pederastas suspendidos, Joaquín Aguilar solicitó la lista, pero los obispos argumentan que el nuevo sistema penal acusatorio no permite desvelar públicamente los nombres hasta que no exista una condena contra ellos.

El problema es que los obispos se niegan también en privado a desvelar los archivos de cada caso a pesar de que el papa Francisco se ha comprometido durante la Cumbre sobre la Pederastia, celebrada en el Vaticano, a nuevos protocolos para la atención de este crimen.

Los obispos mexicanos vienen llegando de Roma y están obligados a decir quiénes son esos 152 sacerdotes y qué destino tuvieron y exigir a cada diócesis dar esa información. Esos ministros de culto libres siguen siendo un peligro para la sociedad, reiteró.

Negó que la lucha por esa lista que ha emprendido SNAP México sea una cacería de brujas: Simplemente, si estos 152 sacerdotes no son procesados y condenados, si no están en prisión, estoy seguro de que siguen cometiendo abusos sexuales donde estén, continúan en el mismo círculo abusando de menores.

Explica que si el Vaticano los redujo al estado laical y los retiró del sacerdocio, fue después de un serio proceso canónico: El Papa no los retiró de a gratis, el Vaticano tiene un procedimiento riguroso, es muy estricto en esto; entonces, allá deben tener las pruebas, por eso exigimos a las distintas arquidiócesis donde laboraban estos sacerdotes las notificaciones que hicieron a las autoridades correspondientes.

Advierte que si los obispos y superiores no notificaron a las autoridades de los delitos sexuales de estos 152 sacerdotes, todos podrían ser denunciados por encubrimiento, porque están violando la ley: Aquí hay dos responsables: la jerarquía católica y el Estado mexicano, que han estado actuando para que estos casos no trasciendan ni avancen en sus investigaciones.

Durante las últimas conversaciones que SNAP México y la CEM han sostenido, Joaquín Aguilar abordó el tema de la reparación del daño que la Iglesia debe otorgar a las víctimas de abusos sexuales de sacerdotes y los nuevos protocolos de la prevención de pederastia clerical: Se trata de una campaña de prevención destinada a las iglesias, parroquias y colegios.

Su valoración acerca de la reciente cumbre vaticana sobre pederastia es buena en tres puntos: Primero, este crimen se puso a la vista de todo el mundo y eso es algo que nunca había sucedido. Segundo, tocaron temas que por siglos no se habían abordado, como la formación del sacerdote y hablar de su sexualidad. Y tercero: nos dan la posibilidad de que las víctimas nos sentemos a dialogar con ellos. De hecho, ya están obligados a hacerlo.

La cuestión negativa de la cumbre, dijo, fue que no elaboraron un reglamento para cada uno de los puntos anunciados por Francisco: Un aspecto negativo es que el Papa ha ordenado denunciar a los sacerdotes pederastas ante las autoridades, pero en México cada obispo ha hecho lo que ha querido. Hay obispos que se siguen negando a notificar. Y el Papa ha dicho que todo aquel que encubra estos crímenes está obligado a renunciar.

Y añade: Y aquí nadie lo escuchó. Los obispos y cardenales que han encubierto durante años a los sacerdotes pederastas se han hecho de oídos sordos, como Norberto Rivera, Juan Sandoval Iñiguez, Alonso Garza Treviño, Jonás, Marcelino y muchos otros. En cada caso de pederastia clerical está detrás un obispo encubridor. En México el gran problema sigue siendo el encubrimiento de la propia jerarquía católica.