Nueva York. Saúl Canelo Álvarez llegó a Nueva York para cerrar un año impredecible. Del escándalo por el positivo por clembuterol, la suspensión y cancelación de la pelea contra Gennady Golovkin en mayo, a la victoria en septiembre y la firma del contrato más lucrativo en la historia del deporte. El pelirrojo quiso terminar el 2018 con su primer combate en Nueva York para conquistar este sábado el título supermediano de la AMB ante el británico Rocky Fielding, en el Madison Square Garden.

Venimos listos para esto y contentos, comentó el boxeador a su llegada, quien además se encuentra satisfecho con el entrenamiento que realizó durante algunas semanas en California. Trabajamos especialmente para el rival, el peso no nos preocupa mucho, somos fuertes y entrenamos el estilo y la altura; estamos listos, detalló.

El Canelo, quien ya fue monarca superwelter y que en la actualidad es campeón mediano del CMB y de la AMB, buscará el cetro en una tercera categoría diferente, con la meta de ser parte de la lista de mexicanos que lo han logrado.

Esta será la primera de las 11 peleas que firmó Álvarez para su transmisión en los próximos cinco años con la plataforma DAZN, cuya marca destacó durante la transmisión de la llegada del peleador.

Esta no será la última vez en Nueva York, será la primera de muchas, dijo el tapatío, quien debuta en la Gran Manzana en el mítico Madison Square Garden.

Aunque Fielding ha dicho que le da confianza la diferencia de estatura –el británico es una cabeza más alto que el mexicano–, algunas opiniones consideran que no es un rival del nivel de Canelo, por lo que no debería presentarle problemas para arrebatar el cinturón.

Siempre se dice que en boxeo no hay enemigos pequeños, repitió Canelo; no me confié, por eso trabajé muy fuerte, tanto como en cualquiera de mis otras peleas.

Aunque está concentrado en esta pelea, aseguró que peleará en mayo y en septiembre. Tras el combate con Triple G, se ha especulado que volverán a pelear el próximo año, probablemente en la fecha del primer tercio de 2019.

Sé que tendré peleas, insistió; no sé quiénes serán mis rivales, pero estoy seguro que serán contra los mejores.

El miércoles tendrá un entrenamiento, el jueves la última conferencia de prensa y el viernes deberá cumplir con el requisito de la báscula, para dejar todo listo rumbo a su combate del sábado.

Su oponente y actual campeón, Rocky Fielding, también ya está en Nueva York, listo para la pelea más importante de su carrera en la primera defensa de su cetro mundial de las 168 libras.