jornada


letraese

Número 231
Jueves 1 de Octubre del 2015



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate




editorial

En los sistemas penitenciarios del país está muy arraigada la idea de que quien cae en prisión pierde automáticamente todos sus derechos, aun cuando la persona presa se encuentre sujeta a proceso y no se haya determinado su culpabilidad. Esta percepción da paso una serie de abusos y arbitrariedades cometidas en contra de las y los internos, que puede tener consecuencias fatales.
Es el caso del Reclusorio de Chiconautla, ubicado en Ecatepec, Estado de México. Debido a la negligencia de las autoridades penitenciarias, un joven gay de 24 años murió de sida el pasado mes de agosto. Preso desde diciembre de 2014, estaba sujeto a proceso penal acusado, con pruebas muy endebles, de homicidio.

A partir del diagnóstico del VIH, su salud se deterioró muy rápido, lo que ameritaba atención médica urgente. Sin embargo, la actitud negligente de los directivos del reclusorio, que no cuentan con ningún protocolo de diagnóstico y atención del VIH e ITS, agravó la situación hasta su muerte. Montadas en el prejuicio homofóbico, las autoridades responsabilizaron al joven de su suerte.

La Comisión de Derechos Humanos del Edomex, que abrió un expediente del caso, debe fincar las responsabilidades debidas, solicitar la reparación del daño, así como garantías de no repetición para que en los penales de la entidad no haya más decesos a causa del sida y de los prejuicios homofóbicos.