jornada
letraese

Número 231
Jueves 1 de Octubre del 2015



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus



pruebate


 

Afromexicanas
rompen prejuicios



En México, pocas veces se piensa en la raíz africana. Sin embargo, este legado está presente en la realidad actual del país. Algunas mujeres afro se comprometen con su comunidad y lo hacen informando sobre derechos sexuales.

Xochitl Celaya Enríquez

A las orillas del Océano Pacífico está Cuajinicuilapa, conocida como “la perla negra de México”. Pertenece a la Costa Chica del estado de Guerrero. Es ahí donde nació La Negra, quien, por las raíces africanas de su bisabuela, adquirió una identidad distinta a la de cualquier mujer del país: la afromexicana.

Rodeada de palmeras y abundante vegetación, esta comunidad se caracteriza por ser el centro cultural del pueblo afromexicano. Es ahí donde las danzas tradicionales, que hablan de la Conquista o de los hombres que migran y dejan a sus mujeres embarazadas, aún se representan en las fiestas y se complementan con los rituales donde se utilizan plantas medicinales y amuletos.

A pesar de que una parte de su vida vivió en el municipio de Tlacoachistlahuaca, La Negra y su familia decidieron regresar a Cuajinicuilapa por el cariño que le tenían a la región con la que se sienten identificados, y que podría ser renombrada la pequeña África de México.

De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, la población afromexicana ha sido parte del país por más de 200 años, ya que desciende de los hombres y las mujeres africanos que arribaron a este territorio entre los siglos XVI y XIX como consecuencia del comercio a gran escala de personas esclavizadas en el continente africano y vendidas en territorio americano.

Su presencia está viva en Veracruz, Michoacán, Chiapas, Coahuila y la Costa Chica, que incluye a Guerrero y Oaxaca, y es la zona del país con mayor número de poblaciones asumidas como de descendencia afro. Incluso, en la Constitución de Oaxaca y en la Ley 701 de Guerrero se les ha reconocido como un sector específico de la población a fin de erradicar actos discriminatorios motivados por el color de su piel y el hecho de ser considerados como parte de comunidades indígenas.

El camino hacia la promoción de la salud
La Negra estudió una carrera técnica en informática y trabaja como secretaria en el ayuntamiento municipal con la regidora de Educación y Cultura. Su gusto por las humanidades la llevó a relacionarse con organizaciones que defienden los derechos humanos de grupos vulnerables.

Siempre se sintió identificada con los movimientos sociales que existen en Guerrero, por ello se involucró con las policías comunitarias (las cuales abarcan la zona de la Montaña y la Costa Chica) y gracias a los eventos culturales que realizaban, comenzó a participar en marchas de apoyo a estos grupos.

Los eventos culturales se convirtieron en actividades recurrentes de La Negra. Fue así como conoció el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, con el cual formó un compañerismo de lucha.

Más tarde, conoció el proyecto de la Universidad de los Pueblos del Sur (UNISUR) y decidió estudiar la licenciatura en Cultura, Lengua y Memoria. Ahí un maestro la invitó, a ella y a sus compañeras, a capacitarse como promotoras de salud sexual y reproductiva.

Kinal Antzetik A.C. fue la organización que abrió sus puertas a mujeres indígenas jóvenes para tomar los cursos y ser promotoras de salud; sin embargo, La Negra se sentía insegura porque, a pesar de que convivía todo el tiempo con las comunidades, no hablaba ninguna lengua indígena y ese era uno de los principales requisitos para las capacitaciones. A pesar de eso, su identidad representaba toda una cultura indígena proveniente de un pueblo originario por lo que pudo adentrarse en los temas.

En ese trayecto, conoció a la organización civil Salud Integral para la Mujer (Sipam). Ahí sostuvo una primera reunión con jóvenes a quienes les hablaron sobre la importancia de una agenda de derechos sexuales y reproductivos.

Junto con Sipam, las jóvenes comenzaron a dar talleres sobre salud sexual dentro de sus comunidades y durante cinco meses, una semana por mes. La Negra se dio cuenta de las grandes dudas que existían sobre estos temas entre la juventud indígena y afromexicana.

Una vez que se sumó al trabajo, fue invitada por Sipam a integrarse a la Red de Juventudes Indígenas y Afromexicanas en Conexión (Jinaco), fundada en 2013 y formada por 25 jóvenes de las etnias mixteca, tuun saví, náhuatl, toj’olabal, nahua, purépecha, chontal, zapoteca, tzotzil, afromexicana, mixe, maya, ñöñho, tzotzil-tzeltal y mazateca. Esta red tiene la finalidad de hablar con diferentes sectores de la sociedad sobre temas de salud sexual y reproductiva, masculinidades, embarazo adolescente, violencia de género y derechos humanos, siempre con respeto a la identidad y concepciones de la propia comunidad. Se busca que la gente sea consciente de que tiene derechos humanos y derechos sexuales y reproductivos, y así contribuir a la disminución de la tasa de embarazos en adolescentes y de VIH.

Al igual que Catalina, una joven proveniente de la región de la Montaña, La Negra se convirtió en representante de Guerrero dentro de la Red con la que ha participado en varios eventos como el Encuentro Nacional Feminista, siempre con el firme objetivo de posicionar la agenda de derechos de las y los jóvenes afromexicanos e indígenas.

El ejercicio de la salud sexual y reproductiva
Con el trabajo que ha realizado como parte de Jinaco, La Negra ha observado que existe un desconocimiento por parte de las y los jóvenes indígenas sobre los derechos que tienen, y remarca que en muchas ocasiones quienes los conocen no saben cómo ejercerlos, por lo que la información no les es práctica debido a que los problemas de este sector siempre se agravan de acuerdo con el contexto en el que se desarrollan.

“Uno de nuestros objetivos fue trabajar con jóvenes indígenas y afromexicanos porque consideramos que los temas de derechos, salud y liderazgo son muy importantes para nuestras comunidades”, aseguró en entrevista.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta es el de los embarazos a temprana edad. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en la República mexicana 64.2 de cada mil nacimientos se registran en mujeres entre 15 y 19 años, y Guerrero es uno de los estados con mayores índices con alrededor de 40 mil embarazos al año en este sector de la población.

A sus 28 años, La Negra ha observado que en la población afromexicana el problema es latente, ya que, como promotora de salud comunitaria, se da cuenta de que con frecuencia las jóvenes “se escapan” con sus novios sin saber de métodos anticonceptivos y con gran desconocimiento sobre infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH.

Al respecto, Guerrero registra una tasa de 4.1 casos de sida por cada 100 mil habitantes, lo cual lo coloca entre los primeros cinco estados con mayores índices de personas con sida en el país. En total, tiene una estadística de ocho mil 373 casos de VIH, los cuales representan 4.7 por ciento de los casos totales del país. Según datos proporcionados por la Secretaría de Salud local en 2013, la Costa Chica es la tercera región del estado con mayores índices de VIH.

A pesar de que en Cuajinicuilapa es común utilizar un lenguaje muy sexual, característico de la comunidad afromexicana, la población desconoce sus derechos sexuales y reproductivos. “Cuando ponemos el tema sobre la mesa nadie dice nada; ya no se les hace tan normal”, asegura.

Experiencia en la promoción de la salud
La Negra recuerda que la primera vez que dio un taller sintió un poco de nervios, sin embargo, con el paso del tiempo comenzó a tener seguridad porque las y los jóvenes se mostraron entusiastas ante los temas que ella exponía. “Al final se quedaron muy interesados en seguir aprendiendo sobre otras cosas”.

A diferencia de las pláticas sobre sexualidad que dan las enfermeras, los talleres de La Negra son más atractivos para las y los jóvenes pues en las sesiones les habla con honestidad sobre las problemáticas reales a las que se pueden enfrentar, es decir, les informa del derecho a decidir sobre sus cuerpos, pero también de cómo pueden hacerlos valer sin dañarse a sí mismos o a los demás.

La timidez de la juventud es uno de los problemas frecuentes a los que se han enfrentado dentro de los talleres debido a que les da vergüenza hablar de sexualidad. “Cuando les preguntamos se sienten muy apenados, sin embargo, conforme se avanza en las capacitaciones se vuelven flexibles y son más participativos”, asegura.

Jóvenes, de entre 14 y 18 años en su mayoría, asisten a los talleres de La Negra; sin embargo, ha notado que el rango cambia en ocasiones. Tal es el caso de una niña de nueve años que asistió muy interesada a las capacitaciones. “En las familias a veces no se hablan de estos temas y en las escuelas la información no siempre es suficiente, por eso, es importante hacer este tipo de talleres donde las y los jóvenes accedan libremente a la información”, comentó.

El empoderamiento
Además de la red Jinaco, La Negra es presidenta de la organización Cuijla Negra A. C., que busca empoderar a jóvenes indígenas y afromexicanos.

Parte del trabajo que realiza es conocer qué temas le interesan a la comunidad y que problemáticas tiene la juventud afromexicana. Para ello, considera que proporcionar confianza a quienes participan en estos talleres es indispensable para que exista la comunicación en la que se atiendan en conjunto las necesidades de su contexto.

Retos a enfrentar
“Hasta el momento nadie nos prohíbe hablar de derechos sexuales y reproductivos, sin embargo, nuestro mayor obstáculo es que no tenemos presupuesto para seguir con los talleres debido a que necesitamos materiales que no podemos solventar con facilidad”, relata la promotora, quien al igual que sus compañeras, no cuenta con una computadora o impresora para elaborar parte de sus materiales de trabajo. Entre los insumos que necesitan están trípticos informativos y diapositivas que permitan que los talleres sean más eficaces y dinámicos para que el público asistente preste atención en todo momento.

Otro pendiente es el contar con apoyo de personal médico especializado para que resuelva ciertas dudas porque en algunas ocasiones ella no puede aclararlas, y es necesario que los jóvenes no se queden con cuestionamientos puesto que su salud puede estar en riesgo.

Hoy, La Negra, junto con sus compañeras, desarrolla un nuevo proyecto para vigilar los derechos humanos de la juventud de la Costa Chica, sobre todo sus derechos sexuales y reproductivos, la cual es una de sus prioridades. A la par, desea prevenir cualquier forma de violencia hacia este sector en el estado de Guerrero.


S U B I R

 

 

Del 1 de enero de 2015 al 31 de diciembre de 2024 se celebrará el Decenio Internacional de los Afrodescendientes para reconocer que las personas afrodescendientes representan un grupo específico cuyos derechos humanos deben promoverse y protegerse.

Negros, morenos, mulatos, moriscos, pardos, chinos, coyotes, lobos, jarochos, zambos o mestizos fueron algunos de los términos utilizados durante el México virreinal para denominar a las personas de origen africano.

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