Washington, 20 de mayo.

Un grupo de jugadores retirados de la NFL sostiene una demanda que acusa a la liga, ansiosa de ganancias, de haberles suministrado ilegalmente analgésicos que adormecían sus lesiones para los partidos y llevaron a complicaciones médicas.

Lo hizo sin prescripción y sin advertir a los jugadores acerca de los potenciales efectos secundarios, a fin de acelerar el regreso al terreno de elementos lastimados y maximizar las ganancias, establece la demanda presentada ante la corte federal en San Francisco.

Los jugadores dicen que nunca fueron advertidos acerca de piernas o tobillos rotos y a cambio les dieron pastillas o inyecciones para disfrazar el dolor. Uno de ellos señala que en lugar de una cirugía, le dieron antinflamatorios y se saltó entrenamientos para que pudiera jugar en los partidos lucrativos.

Otros indicaron que luego de años de píldoras provistas por la NFL, sin costo alguno, se retiraron y se volvieron adictos a los analgésicos.

No hemos visto la demanda y nuestros abogados no han tenido la oportunidad de revisarla, dijo el portavoz de la NFL, Brian McCarthy.

La NFL estaba enterada de los efectos debilitadores de esas drogas usadas por todos sus jugadores y cruelmente ignoró los problemas de salud a largo plazo por la obsesión de regresarlos a jugar, dijo Steven Silverman, el abogado de los jugadores que también representa a ex jugadores de la Liga Nacional de Hockey NHL, en una demanda similar y relacionada con las conmociones cerebrales.

Los ocho demandantes nombrados incluyen al defensa Richard Dent, parte del Salón de la Fama, y al mariscal Jim McMahon, de los Osos de Chicago, campeones del Súper Tazón 1985. Los abogados encaminan una demanda colectiva y dicen que más de 500 ex jugadores han firmado.