Opinión
Ver día anteriorSábado 7 de diciembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de abajo

Mujeres buscan a sus hijos migrantes

¿Q

ué tendría que pasar para que la caravana de madres de migrantes desaparecidos, que en estos momentos cruza el país de sur a norte, no tuviera razón de ser? En primer lugar, tendrían que existir condiciones económicas y sociales para que las personas no sean forzadas a abandonar sus países de origen en busca de mejores oportunidades; tendría que existir seguridad durante los recorridos que hacen los migrantes para llegar a su destino; tendrían que modificarse radicalmente las políticas migratorias tanto de los países por los que transitan, como de los que los reciben; tendrían que terminar las complicidades entre autoridades migratorias y el crimen organizado; tendría que existir una sociedad sensible, solidaria y actuante frente a la migración; los gobiernos tendrían que asumir sus responsabilidades en la desaparición de personas migrantes. Y más.

Pero como nada de esto sucede, por novena ocasión un grupo de madres de migrantes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala, recorren desde el 2 de diciembre el territorio mexicano en busca de sus hijos, hermanos, padres y esposos desaparecidos en alguna parte de México. Dejaron de saber de ellos y no se conforman. Con su fotografía en el pecho van buscando pistas, visibilizan un problema que se acrecentó con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia y que continúa con el gobierno de Peña Nieto.

Tenemos tres objetivos principales: encontrar a los desaparecidos, hacer visible la profundidad del problema y denunciar a funcionarios que hacen poco para protegerlos, explica Marta Sánchez, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), promotora de esta marcha del dolor y la vergüenza.

Mujeres, siempre mujeres, son las que no descansan hasta encontrar a sus hijos. Son ellas las que los visitan en las cárceles, las que los buscan por cielo, mar y tierra cuando los pierden la pista, las que, pese a su dolor, nunca desfallecen.

La novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos Emeteria Martínez, recorrerá zonas consideradas foco rojo, donde los migrantes encaramados en La Bestia son frecuentemente secuestrados, asesinados y extorsionados por el crimen organizado e, incluso, por funcionarios de migración y autoridades corruptas. Se trata no sólo de denunciar, sino de posibilitar encuentros, como el que ocurrió el pasado 5 de diciembre en San Luis Potosí, cuando luego de 27 años de no verse, María de los Santos Ávila, originaria de Tegucigalpa, localizó a su hijo José Armando Salgado Ávila.

Lo que las madres tratan de hacer, explican, es ponerle rostro humano a un problema masivo, y quitar estigmas en la percepción pública sobre los migrantes.