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Sobreviviré, la más esperada, cerró el concierto de la intérprete

Gloria Gaynor llevó a sus fans a los días de la música disco en el Pepsi Center
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de noviembre de 2013, p. a14

“Llevo 35 años cantándoles Sobreviviré y ahora lo haré otra vez”, expresó sonriendo Gloria Gaynor la noche del pasado sábado, durante su concierto en el Pepsi Center, donde el público se dio a la grata tarea de revivir los días de la música disco, moviéndose al modo vivaz y con simetría de John Travolta, Donna Summer y Village People.

Hacia las ocho de la noche, el público hizo su fiesta. En zancos, un actor lucía prendas de colores chillones, peluca a lo afro, en boga desde finales de los años 70. Alrededor de él, varias personas alegres ejecutaron sus mejores pasos. Como en las discotecas, donde cundió la música disco, algunos bailaron solos, pues esa onda no obliga a hacerlo en pareja. El espectáculo era como de un acto deportivo y los bailarines más bien parecía que estaban haciendo una tabla gimnástica.

En ese panorama de habilidades dancísticas, varios demostraron sus experiencias antreras, sus desveladas y noches de reven.

Distancia de años, con Gloria Gaynor se dio una cita con su pasado, porque esa fue la música que les tocó vivir.

Servicio lounge para los que alcanzaron asiento en sofás blancos. Frente al escenario, otro espacio para los que verían a Gloria a unos metros de distancia.

Momento de perder la cabeza

Entró la banda que acompaña a Gloria Fowles, nombre real de la intérprete (Newark, Nueva Jersey, 1949). La obertura ubicó al público en el futuro inmediato. Gloria Gaynor entró al escenario a paso cansino. Jalaba aire, por la altura de la ciudad. Sin más, comenzó a cantar Going out of my head, que sí hizo a varios perder la cabeza y bailaron hazzel.

I am what I am, reivindicación a ritmo de soul. Gracias por estar aquí esta noche. Vamos a cantar los temas que creo que a ustedes les van a gustar, dijo en español.

Siguió con Never can say goodbye. Instó a cantar a todos y su voz se escuchó potente. Es un dechado de virtudes vocales. Reivindicó que sigue siendo la Reina de la música disco. Es una diva y hace valer la historia de una manera de cantar influida por el R&B.

Just no other way, Mi first, my last, my everything, Stop in the name of love… Lo importante de cantar éxitos de otros es hacerlo mejor. Eso es lo difícil, dijo.

Otro clásico: River deep, Mountain high. Killing me softly, con un solo de sax memorable, un homenaje a Roberta Flack. En su estilo soul, una versión de la pieza de Sting, Every breath you take. I’ll be there, una promesa.

Un homenaje a Donna Summer. Se va y en el encore la esperada Sobreviviré (1978), de Freddie Perren y Dino Fekaris. Ha sido utilizada como himno de la liberación femenina y del movimiento gay. Interpretó la mitad en inglés y la mitad en español. Fue pionera en esto y luego hicieron lo mismo artistas como Abba.

Acababa el concierto y rumbo a la salida varios iban cantando y bailando la buena vida.