Opinión
Ver día anteriorMartes 17 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Aprender a Morir

Fracasos y tanasias

S

i una milésima parte de la difusión que se le da al futbol se destinara a la transmisión masiva de conocimientos verdaderamente útiles, es muy probable que el mundo estuviera menos desquiciado. Claro que esta generalizada pasión futbolística obedece, más que a una comprensión de técnicas, estilos, comercialismo desmedido y manipulación de masas, a la facilidad para entender este deporte: patear un balón e introducirlo en la portería contraria.

El problema deviene tanatológico cuando muchos países identifican a su selección nacional de futbol con la dignidad colectiva y no con la mayor o menor aptitud de empresarios y jugadores para conseguir triunfos, no sólo enormes ganancias con el pretexto del juego. Bien haría el nuevo gobierno priísta en convocar a los dueños del negocio a perfeccionar el desempeño del futbol mexicano en las canchas, pues históricamente cuando comienza a escasear el pan hay que mejorar, pronto y en serio, el circo, so pena de lamentar pérdidas y duelos mucho más graves.

Pregunta Sofía Coronado si existe la palabra mistanasia, pues la ha oído pero no está en el diccionario. En efecto, se trata de un neologismo o palabra nueva formada por el prefijo mis, aversión o aborrecimiento, y thánatos, muerte, que se utiliza para definir la actitud de rechazo y abandono del enfermo, terminal o no, por agotamiento o indisposición de la familia o de los profesionales para seguir atendiéndolo.

Además de eutanasia o buena muerte, existen otras palabras con la terminación tanasia, como distanasia o prolongación innecesaria de la agonía, no de la vida, debido a un tratamiento desproporcionado, encarnizamiento terapéutico u obstinación médica, a fin de retrasar a toda costa la muerte, a sabiendas de que no se dispone ya de terapias que atenúen el padecimiento, o incluso debido a la no aceptación de la familia y el enfermo del inminente final, olvidando que no hay ninguna dignidad en tratar de prolongar lo incurable.

Otro término es anacrotanasia o muerte prematura o fuera de tiempo, sobre todo en niños y jóvenes, por falta de asistencia oportuna y adecuada, desatención médica y afectiva antes de sobrevenir la muerte. Nos asombraríamos de los casos de anacrotanasia en el país. Por último, se acuñó la palabra ortotanasia o muerte correcta, contraria a la eutanasia y en favor de los cuidados paliativos, como única alternativa aprobada para tranquilizar a las buenas conciencias.