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Los Cementeros avanzaron con cómodo global de 5-1

Cruz Azul-América, la final del torneo Clausura 2013

Doblete celeste de Orozco; Guerreros terminó con 9 elementos

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Periódico La Jornada
Lunes 20 de mayo de 2013, p. a37

Habrá clásico joven en la final por el título Clausura 2013. La Máquina, comandada por el Chaco Giménez, venció de forma arrolladora 2-1 al Santos Laguna, con global de 5-1, y se declaró lista para disputar el cetro frente a Las Águilas de Christian Benítez.

Cruz Azul saltó a la grama como si no tuviera ventaja, apretó marcas y buscó apropiarse del balón; enfrente estaba un Santos Laguna nervioso, errático y desconcentrado, al grado de que al minuto 8 Rodolfo Salinas cabeceó hacia la derecha y puso el balón a modo para Javier Chuletita Orozco, quien capitalizó el obsequió y con tiro cruzado impuso el 1-0.

La noche fría y lluviosa no frenó la explosión festiva en las gradas del estadio Azul, donde la gente se uniformó con capas de hule color celeste. La barra Sangre Azul imitó a la toluqueña Perra Brava y, enloquecidos, se quitaron las playeras sin dejar de saltar, minutos después de haber armado un mosaico: un corazón rojo con una cruz azul en el centro.

Los Guerreros quisieron reaccionar ante el nuevo mazazo. Mauro Cejas hizo un tiro de larga distancia que cimbró el travesaño, después Darwin Quintero tiró a gol, el portero Jesús Corona rechazó y en el contrarremate falló Salinas. Pero los cementeros no cedieron el domino a pesar de la importante ventaja global de 4-0, pues mantuvieron su actitud combativa e insaciable.

A los 25 minutos de acción Pablo Barrera puso un excelente servicio al Chuletita, quien embistió de forma descompuesta y remató con el pecho y el brazo para el 2-0. El portero Oswaldo Sánchez hizo airados reclamos explicando que Orozco encajó el balón con la mano, pero sólo se ganó un cartón amarillo de Marco Rodríguez.

Santos Laguna marcó el tanto del honor al minuto 37. El panameño Felipe Baloy trazó un pase para Andrés Rentería, quien aplicó buen derechazo para el 2-1.

En la parta complementaria, Pedro Caixinha, técnico albiverde, sacó a Mauro Cejas y Néstor Calderón, metió a Gerardo Lugo y Hérculez Gómez. Así, su equipo arrancó mejor, se intuía un repunte importante.

Sin embargo, el desánimo se instaló en definitiva entre los visitantes al 51, cuando Lugo remitió centro desde la izquierda, Darwin Quintero remató con la mano y se ganó el segundo cartón amarillo, por lo que debió irse al vestidor.

El desastre santista se consumó al 57. El zaguero Baloy recibió también su segunda amonestación, el implacable Chiquimarco no quiso pasar por alto una falta sobre el Chuletita Orozco. Entonces el elegante Caixinha remendó a su plantel: sacrificó al ofensivo Rentería y metió al defensa Aarón Galindo.

Enseguida se instaló un monólogo. La Máquina se adueñó de la pelota y jugó sin sobresaltos, pisó territorio de Santos cuantas veces quiso, pero se conformó con pasear el esférico de un costado a otro, mientras los disminuidos visitantes vigilaban pasivos, resignados.

La Máquina estuvo cerca de incrementar su ventaja al 72, cuando el infatigable Christian Giménez arribó por la izquierda y centró para Teófilo Gutiérrez. Tres minutos después revivió la fiesta, porque el estratega local Guillermo Vázquez sacó al Chaco para ingresar a Nicolás Bertolo. Ello a pesar de que al 91 fue expulsado Alejandro Vela por echarse un clavado.

El estruendo fue como si hubiese caído otro gol para los cementeros. Aplausos y vítores para el Chaco, sin duda el engrane principal de esta Máquina que espera sacudirse por fin 15 años sin títulos de liga.