El tercer piso del Museo de Arte Carrillo Gil hospeda la exposición Julião Sarmento: una forma extrema de privacidad, que estos días se termina de montar para su inauguración el martes 9.

Por primera vez, el artista portugués presenta su obra en México, para lo cual se seleccionaron cerca de 50 piezas realizadas entre 1995 y 2012. Pintura, escultura, grabado, performance y video forman parte de la muestra que terminará el 4 de agosto.

Mi trabajo es a veces muy incómodo, me interesa esa incomodidad; no me gustan las cosas que son demasiado fáciles o muy tranquilas, para decirlo de alguna manera. Carlos (Palacios, el curador) ha hecho una cosa difícil de lograr después de una retrospectiva enorme que acaba de terminar en el museo de Oporto, que de alguna manera era como una muestra de toda mi obra, intentaba serlo. Carlos ha conseguido hacer una exposición radicalmente diferente al utilizar una sola pieza que estaba en la retrospectiva; increíble, todavía no está completamente montada, pero ya me la imagino. Sabía que sería buena, pero quedé agradablemente sorprendido, dijo el artista en conferencia de prensa.

La mujer, una constante

En la muestra Julião Sarmento: una forma extrema de privacidad, que requirió un año de trabajo, se observan dos constantes: la mujer y el espacio arquitectónico, que son un ámbito para explorar los límites e intersticios entre privacidad e invasión, destacó Vania Rojas, directora del museo.

Lady-in-Waiting, 2012, obra de Julião Sarmento, incluida en la exposición que se inaugurará en el Museo de Arte Carrillo GilFoto Paolo Pellion

Carlos Palacios, curador titular del Carrillo Gil y específicamente de la muestra, subrayó que Sarmento (Lisboa, 1948) “es un artista de una repercusión internacional sorprendente, pues desde Portugal ha alcanzado presencia indiscutible. No ha tenido que mudarse, moverse de su territorio familiar, afectivo, geográfico. Una forma extrema de privacidad fue una aventura y un reto, porque su obra es de una extensa dinámica y fértil producción.

Sus discursos artísticos son de una coherencia increíble, y esta exposición se realizó a partir de “un tema fundamental en su producción: el ejercicio de la mirada. Julião mira al mundo y nos ubica como espectadores con el papel de voyeur. En la mayoría de las piezas está implícito ese ejercicio, donde se atenta, en el buen sentido de la palabra, contra la mirada clásica del espectador, invade la intimidad”, añadió Palacios, quien adelantó que se prepara un programa académico relacionado con la muestra, el cual cuenta con un catálogo con textos de la curadora del Whitney Museum, Chrissie Iles, y del curador y crítico de arte Adrian Serle.

(El Museo de Arte Carrillo Gil se ubica en avenida Revolución 1608, San Ángel.)