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Agreden a chiítas; grupo sunita y rebeldes reivindican los ataques

Bombazos en Pakistán provocan al menos 115 muertos y más de 200 heridos
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de enero de 2013, p. 27

Quetta, 10 de enero. Al menos 115 personas murieron y unas 205 resultaron heridas este jueves por el estallido de bombas en dos ciudades de Pakistán contra comunidades de minoría chiíta, en ataques que fueron reivindicados en un caso por un grupo sectario y en otro por una agrupación independentista, informaron las autoridades.

El más grave de los atentados ocurrió por la noche en un club de billar, cuando dos explosiones causaron al menos 81 muertos y más de un centenar de heridos en la ciudad de Quetta, capital provincial de Baluchistán, informó el subinspector de policía Hamid Shakil.

El primero de los ataques en el salón de billar, que estaba repleto, en un barrio predominantemente chiíta, pareció un atentado suicida, dijeron residentes. Unos 10 minutos después estalló un coche bomba que mató a nueve policías, un camarógrafo y numerosos socorristas que habían acudido al lugar tras el primer ataque.

Estas explosiones apuntaron deliberadamente contra un barrio cuyos habitantes pertenecen sobre todo a la minoría chiíta de Pakistán, que representa 20 por ciento de los 180 millones de habitantes, indicó Akbar Durrani, funcionario local.

El proscrito grupo sunita Lashkar-e-Jhangi dijo ser el responsable de este doble atentado.

Previamente, durante el día, la detonación de una bomba en un concurrido mercado de Quetta dejó 12 muertos y más de 40 heridos, en su mayoría vendedores de verdura y de ropa de segunda mano, comentó el oficial de policía Zubair Mehmood. Un niño se cuenta entre los fallecidos.

En este caso, el artefacto que contenía entre 20 y 25 kilogramos de explosivos fue activado con un mecanismo de relojería, cuyo objetivo apuntaba contra un puesto de control de la guardia de fronteras y entre las víctimas mortales alcanzó a tres soldados, de acuerdo con la policía.

El grupo Ejército Unido de Baloch se atribuyó la responsabilidad por la explosión. La agrupación es una de los muchas luchan por la independencia de Baluchistán, provincia limítrofe con Irán y región árida y en pobreza, pero con importantes reservas de gas, cobre y oro.

Los rebeldes de Baluchistán se alzaron en 2004, inicialmente para exigir una autonomía política y un mejor reparto de los beneficios de los recursos mineros y de gas de la región.

Grupos defensores de derechos humanos acusan a menudo a las autoridades de secuestrar y matar a civiles sospechosos de pertenecer o apoyar a estos grupos rebeldes.

En otro incidente, 22 personas murieron y 65 resultaron heridas en una explosión en un punto de reunión para escuchar a un líder religioso en Mingora, la mayor ciudad en la noroccidental provincia de Swat, informaron la policía y fuentes médicas.

La cifra de muertos puede subir, ya que algunos de los heridos están en condición crítica y estamos recibiendo cada vez más heridos, explicó el doctor Niaz Mohammad.

Las autoridades mencionaron en un principio que los hechos en Swat habían sido provocados por la explosión de un tanque de gas, pero luego Akhtar Hayat, jefe de policía, afirmó que se trató de una bomba.

La región montañosa, ex destino turístico, es administrada por el ejército de Pakistán desde que su ofensiva de 2009 expulsó a los talibanes que tenían el control del lugar.

Pero los talibanes mantuvieron su capacidad para perpetrar ataques en Swat, donde en octubre le dispararon a la joven activista Malala Yousufzai, en Mingora. No obstante, un portavoz talibán dijo que el movimiento no es responsable por los ataques de este jueves.

Las agresiones sectarias van en aumento en la zona y los grupos militantes frecuentemente utilizan bombas o pasajeros armados en los autobuses que viajan a la vecina Irán.

Por otra parte, se informó que al menos seis presuntos militantes islámicos murieron en un ataque de un avión no tripulado (drone) estadunidense en una zona tribal de Waziristán del Norte, en la frontera con Afganistán, considerada bastión de talibanes y de la red Al Qaeda.