Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Sábado 15 de septiembre de 2012 Num: 915

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Jair Cortés

Dos poemas
Epaminondas J. Gonatás

Agustín Lara en blanco
y negro

Luis Rafael Sánchez

La estación de las lluvias
Jorge Valdés Díaz-Vélez

Elegía citadina
Leandro Arellano

De traición, insensibilidad
y muerte

José María Espinasa

Klimt, arrebato
y contemplación

Germaine Gómez-Haro

Horacio Coppola,
un artista de la cámara

Alejandro Michelena

Columnas:
Perfiles
Ilan Stavans

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Galería
Rodolfo Alonso

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Rogelio Guedea
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El mundo bocabajo

Tuve ganas de un café y me detuve en un Oxxo. Cogí un vaso, vacié el contenido y luego cogí otro vaso con su tapa para compartirlo con mi mujer. Metí el vaso lleno dentro del vaso vacío y fui a la caja. Puse mi cartera en ristre. La despachante fijó la vista en mi café y arrugó el entrecejo. ¿Agarró otro vaso?, preguntó molesta, como si en realidad hubiera descubierto a un ladrón con las manos en la masa.  Sí, dije. Tiene que pagar el vaso, escupió. ¿Y cuánto es? Diecisiete pesos. ¿Y del café? Diecisiete pesos, replicó. Ah caray. Como no me salían las cuentas, volví a preguntar: ¿el puro vaso diecisiete y el vaso con café diecisiete? Sí, dijo la despachante. Al verme desorbitado, agregó: en realidad lo que usted paga es el vaso, no el café. Y yo: ¿cómo es eso? Y ella: el café no vale nada, lo que vale es el plástico. Miré mi vaso de café, miré el otro vaso vacío, saqué de mi cartera un billete de veinte pesos y pagué. La despachante me entregó tres pesos de cambio y, con ellos, una gran lección: ahora vale todo lo que nada vale.