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Anuncian demanda penal contra un coronel de la pasada dictadura

Destituye Dilma Rousseff a líderes de ambas cámaras del Congreso

Busca superar la crisis con su principal partido aliado, aseguran analistas

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La mandataria brasileña, ayer durante su intervención en el Senado por el Día Internacional de la MujerFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de marzo de 2012, p. 34

Brasilia, 13 de marzo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destituyó hoy a los líderes del Congreso en ambas cámaras, en una maniobra interpretada por analistas como un intento de superar la crisis en la relación con su principal aliado, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

La sustitución de los líderes en el Senado, Romero Jurá, y en la Cámara de Diputados, Cándido Vacarezza, fue anunciada después de que durante la semana pasada el PMDB impuso una derrota simbólica al gobierno en la Cámara alta, al rechazar el nombramiento del candidato apoyado por Rousseff para comandar la agencia reguladora de transportes.

El traspié fue visto como una advertencia de los aliados del partido centrista, que recientemente elaboraron un manifiesto en el que se quejan de que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) sostiene una relación desigual e injusta con el PMDB, que es la segunda organización política más numerosa en la Cámara de Diputados y es la mayor bancada en el Senado, con 18 representantes.

El documento acusa además al gobierno brasileño de no permitirle al PMDB participar en las principales decisiones del Estado y de realizar un visible esfuerzo para fortalecer al PT frente a los comicios municipales que se realizarán en octubre próximo.

Hace poco más de una semana, el secretario general de la Presidencia de la República, Gilberto Carvalho, admitió que las relaciones del gobierno con sus aliados en el Congreso viven un momento tenso, pero aseguró que los problemas serán superados.

Rousseff, quien compareció este martes ante el Senado para recibir un homenaje con ocasión del Día Internacional de la Mujer –celebrado el 8 de marzo pasado–, no hizo referencia alguna a la crisis durante su discurso.

No obstante, los analistas políticos dan como seguro que la mandataria tomará en los próximos días más medidas para controlar la rebelión en los partidos políticos aliados, entre ellos nuevos cambios en su gabinete.

El objetivo del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff es asegurar que la insatisfacción entre las organizaciones políticas aliadas no logre anular la amplia mayoría parlamentaria que posee para aprobar proyectos considerados como vitales, como el nuevo código forestal y la ley general del Mundial de Futbol de Brasil 2014.

Ambas iniciativas podrían ser votadas esta semana por la Cámara baja, pero los líderes oficialistas admitieron la posibilidad de aplazar la votación en caso de que haya riesgo de derrota.

La llamada bancada ruralista cuestiona el proyecto del código forestal, que busca volver a incluir en la iniciativa una amnistía total a los responsables de deforestaciones ilegales, que serían eximidos no solamente de pagar las multas –como decidió recientemente el Senado– sino también de recuperar las áreas de bosques destruidas.

En otro asunto, cuatro procuradores públicos anunciaron la primera demanda penal por delitos cometidos en la pasada dictadura militar (1964-1985) por el secuestro de cinco miembros de la guerrilla del Aragauaia.

En la denuncia se acusa al coronel de la reserva del ejército Sebastiao Curio Rodrigues de Moura, conocido como Dr. Luchini, del secuestro de cinco guerrilleros de ese grupo, quienes hasta ahora continúan desaparecidos.