Jalapa, Ver. Este es buen momento para ser escritor en Estados Unidos, debido a la diversidad de propuestas que existen, señaló el estadunidense Richard Ford, quien participó en el Hay Festival.

“Cuando comenzaba a escribir (hace unos 40 años) había dos grupos antagónicos, los realistas, que seguían a autores como Chéjov, y experimentales, que seguía a Borges. Esos dos grupos ni siquiera se hablaban. Yo los leí, los incluí en mi prosa y en mi forma de contar historias, porque me interesa el idioma per se; no me gusta la literatura epifánica, como el Joyce temprano, así que eso me nutrió como escritor”, dijo Ford, quien también es editor y gracias a sus antologías se han dado a conocer muchos escritores jóvenes.

Nacido en Mississippi, en 1944, subrayó que una de las principales características que se viven ahora dentro de la literatura estadunidense es que los escritores ya no se identifican en bandos: escriben de diferentes formas para representar la realidad. Ya no ves esos grandes debates que se veían en la década de los 60, y eso es algo muy nutritivo, y no descartó que sean los hijos de los inmigrantes que dominan el inglés quienes escriban la llamada “gran historia americana”.

En cuanto a su trabajo como editor, Richard Ford señaló: “Si tienes la suerte que he tenido debes ser generoso. He sido afortunado, me he mantenido a flote y me parece que es justo no ser egoísta, no rivalizar con mis colegas. Respeto a los nuevos escritores, por eso hago las antologías, para que su trabajo llegue al público, creo que la nueva generación de escritores estadunidenses son mejores que nosotros, y leo su trabajo y pienso: ‘yo no puedo hacer eso, o no podría haberlo escrito’ porque muchas veces crean cosas increíbles y eso no me desalienta ni tiene un efecto negativo en mí”.

Ford, quien escribió la trilogía integrada por las novelas El periodista deportivo, El día de la Independencia y Acción de gracias, consideradas por la crítica como uno de los principales referentes de la vida y cultura estadunidenses, participó en un diálogo con el escritor Eduardo Lago, quien le preguntó la diferencia entre un cuento y una novela, géneros en los que se mueve Ford, cuyas obras han sido traducidas al castellano en la editorial Anagrama.

Siempre trato de hacer cuento pensando en hacer un cuento, no es que comience con uno y después se convierta en novela, o al revés. Soy el tipo de hombre que le gusta controlar todo. Creo que la diferencia principal es que un cuento es corto y una novela es larga.

Ford acaba de terminar una nueva novela: Canadá, cuya idea nació en 1990, pero que comenzó a escribir hace apenas tres años, donde narra la historia de unos gemelos, hombre y mujer, cuyos padres robaron un banco y fueron encarcelados de inmediato. Los niños fueron separados y mientras ella escapa, a él unos extraños lo llevan a Canadá y lo dejan en manos de unos bandidos, comete dos asesinatos y hace una revisión de todo esto cuanto tiene 65 años.

Creo que el libro trata acerca de cruzar fronteras geográficas y personales, arriesgar tu vida, encontrarte abandonado y hallar formas de consolarte.