Estados
Ver día anteriorDomingo 18 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La tradición, en riesgo por la mancha urbana

En Chimalhuacán, ya sólo 15 familias siembran aceitunas
Foto
Productora de aceitunas del municipio de Chimalhuacán, durante la tercera edición de la feria que hoy concluyeFoto René Ramón
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 18 de diciembre de 2011, p. 29

Chimalhuacán, Méx., 17 de diciembre. La mancha urbana que se aceleró a partir de la década de los 80 ha puesto en riesgo el cultivo de la aceituna, pero unas 15 familias de este municipio mantienen la tradición de sembrarla en sus patios, donde se yerguen los árboles de más de 15 metros de altura y con antigüedad de entre 50 y 200 años.

El riesgo de que se pierda esta tradición sigue latente, por lo que los productores nativos y las autoridades locales organizaron la feria de la aceituna, que este domingo concluye su tercera edición en el quiosco de la parroquia de Xochiaca.

Hace cuatro siglos, los conquistadores trajeron el árbol de oliva que plantaron en atrios y predios cercanos a las parroquias erigidas en los pueblos conquistados, dice la leyenda.

Aunque la planta crece en diversas regiones del país, el fruto sólo se da en los pueblos de San Agustín, San Lorenzo, San Juan Xochitenco y Xochiaca, comunidades asentadas al pie del cerro El Chimalhuache.

La cosecha apenas supera 30 toneladas y sólo alcanza para abastecer la demanda específica de la comunidad judía y libanesa radicada en Polanco, Distrito Federal.

Y es que la textura, el color y el sabor de la aceituna de Chimalhuacán le hacen un producto suculento y de alta demanda entre esa población debido a que la oliva tiene parecido en sabor y forma a la que se da en Medio Oriente.

Su consistencia es parecida a la trufa del Mediterráneo y esto es posible al microclima de esta localidad, dice Luisa Arrieta Buendía, quien desde hace medio siglo es una de las principales productoras del barrio de Xochiaca.

Cuando la temporada es buena abastecen también los mercados de Chiconcuac y Chalco, donde se comercializa bien la drupa.

El jueves pasado, unos 70 artesanos iniciaron la tercera edición de la feria de la aceituna, en la cual ofrecen el producto y sus derivados con una muestra gastronómica.

Rosario Leopoldo Buendía Mejía, uno de los expositores, recuerda que luego de tres años de promover y participar en la feria pudo colocar sus productos en la cadena de autoservicios Wal-Mart. Con apoyo de la Universidad Autónoma Chapingo (Uach), lanzó su mercancía bajo la marca Kasbah (que significa costumbres milenarias).

Rosario Leopoldo participó en un curso de capacitación impartido por investigadores de la Uach y ahora Kasbah es un producto de marca con registro hacendario. Sin embargo, los pequeños productores no tienen espacio para crear huertos, ni equipo para procesar el fruto; por ello, su mercado es limitado.

No obstante, se han organizado para crear, a mediano plazo, una planta que permita producir aceite de oliva a mayor escala.