Opinión
Ver día anteriorJueves 15 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

¡Dios mío, hazme Calderón!

Peña del árbol no leído

IFE, cuotas; Morenaza

Conejo coordina a Cordero

Clase Política

Contratos con particulares

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

Dos fichitas al Senado

El personaje del año de Time tiene millones de rostros

Sigue devaluándose el peso

México SA

FMI: espejitos por oro

¿Mayor poder de voto?

Comienza la desbandada

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Ciudad Perdida

En el Polifórum, juego de sillas

Gris escenario para un destape

Mancera, un informe con mensaje

Navegaciones

En exhibición

Dogging y el Manifiesto pornoterrorista

Miguel Ángel Velázquez
Pedro Miguel
Gabinete: relevos y saldos
E

l titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, anunció ayer nuevos movimientos en su gabinete: las renuncias de Javier Lozano Alarcón a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de Salvador Vega Casillas a la Secretaría de la Función Pública (SPF) y de Roberto Gil Zuarth al cargo de secretario particular del propio Calderón, así como el remplazo de éstos por Rosalinda Vélez, Rafael Morgan y Tarcisio Rodríguez, respectivamente.

El Correo Ilustrado

Solidaridad de Eureka con normalistas de Ayotzinapa

D

esde hace mucho tiempo, el Comité Eureka conoce la trayectoria de la Normal Rural de Ayotzinapa, cuyas generaciones siempre han sido solidarias en la lucha que hemos mantenido contra los desmanes de los malos gobiernos.

Política salarial y globalización
E

s fundamental el papel que los sindicatos pueden jugar en el mundo actual, porque nos encontramos en una economía global donde los impactos y los efectos sobre la población, las instituciones, las organizaciones sociales y las mismas empresas de todos los países, son profundos y extensos. De la misma manera los sindicatos de lucha, democráticos y avanzados juegan un papel fundamental en este escenario y pueden promover verdaderos cambios en sus sociedades y en sus gobiernos, que beneficien al país y a sus habitantes en general.

Simulaciones
L

a necesaria reforma de la educación debe suprimir las muchas simulaciones que dominan a las instituciones educativas convencionales; en no pocos casos, lo que en estas instituciones se llama excelencia no es sino el cumplimiento fiel de dichas simulaciones. Empecemos con algo que está en el centro mismo de la vida escolar cotidiana: las calificaciones.

Napoleón Gómez Urrutia
Manuel Pérez Rocha
El expediente de la represión
S

i había duda de que con la guerra de Calderón se iba a criminalizar la protesta social y de que las fuerzas del orden actuarían en contra de la población civil inconforme, dicha duda ya no existe. La protesta social es sofocada por esas fuerzas del orden, con muertos incluso.

Normales rurales, una historia de hostigamiento
“D

esde que se fue el general Cárdenas estuvimos al borde del precipicio –relata César Navarro, egresado de la Normal Rural de San Marcos a mediados de los años 70–. Las normales rurales –continúa– eran un conjunto de escuelas que habiendo sido creadas, empezaron a remar contra la corriente. Las siguientes administraciones siempre las vieron como algo que correspondía a otra etapa. Por lo tanto, recursos, medios de subsistencia, apoyo, todo lo que tenían las normales, era posible hacer mientras las luchas de docentes lo exigían.”

Octavio Rodríguez Araujo
Tanalís Padilla*
Represión: fracaso del Estado
C

uando un gobierno es incapaz de atender las demandas de un pequeño sector de la población sin recurrir a la represión, estamos en el deber y en la obligación de señalar el fracaso del Estado para cumplir con el cometido que el siglo XXI le asigna. Cada vez que la fuerza pública sacrifica la vida de un ciudadano cuyo delito no es sino el de requerir, con tino o sin él, el cumplimiento de sus derechos, México retrocede al abismo y algo muy importante se quebranta en las relaciones entre la sociedad y el Estado. Hubo un tiempo en que, para imponerse como poder autónomo, el Estado ejerció sin contemplaciones la violencia legítima con el objetivo inmediato de suprimir las oposiciones, es decir, todos aquellos conflictos que a juicio de los gobernantes ponían en riesgo la estabilidad nacional. Mientras, la autoridad fomentaba las reformas que, en teoría, debían mejorar la situación de las clases desposeídas y repartir los manes del desarrollo. Esa era la esencia del viejo presidencialismo revolucionario, la raíz de su condición a la vez paternalista y autoritaria que, dicho sea de paso, impidió crear una sociedad y una cultura más igualitaria.

Panamá: lo que no dice la mafia mediática
L

a clarinada la dio nuestra amiga Stella Calloni en el sitio web Cubadebate. ¿A qué viene toda esta alharaca sobre el regreso a Panamá del general Manuel Noriega? Escribo general con plena deliberación pues Noriega ha estado todos estos años en condición de prisionero de guerra de Estados Unidos y, a la vez, los actos llevados a cabo por el Estado agresor sobre el agredido carecen de legitimidad alguna según lo establecen las normas del derecho internacional.

Adolfo Sánchez Rebolledo
Ángel Guerra Cabrera
Volatilidad estratégica
C

uando se desmejora la relación estratégica entre Estados Unidos y Rusia, potencias que cuentan con 90 por ciento del armamento nuclear en los arsenales del mundo, es mejor prestar atención y que la comunidad internacional presione por poner en marcha mecanismos para frenar el deterioro. El tiempo se agota y los riesgos aumentan. Aunque la firma del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas II (START II) alivió tensiones, las fricciones estratégicas se profundizan por la persistencia, con el presidente Obama, de los despliegues anti-balísticos de Estados Unidos en las cercanías de Rusia.

Nueva York, siempre
U

na semana en Nueva York antes de las fiestas. Por las calles una epidemia de santa closes, cientos de jóvenes –delgados y de los dos sexos– vestidos de rojo con su barba postiza y su gorro nevado. En las escaleras de la Biblioteca Pública de la ciudad o montados sobre los leones que decoran la entrada; enfrente de Bergdorf Goodman o de Saks Fifth Avenue, rivalizan con los fastuosos aparadores: la gente se arremolina como en el Metro de México a las siete de la mañana o en las calles de Varanasi en época de festivales; también los veo por las calles de Greenwich Village, donde me hospedo, casi todos borrachos; pregunto a varias personas y a los mismos jóvenes la causa de tanta algarabía y multiplicación; no me responden, sólo con sus risitas ñoñas y su aliento alcohólico; una mesera me explica que ese sábado, debido a la proximidad de las fiestas, los estudiantes pueden consumir bebidas y comida en los restoranes y bares pagando solamente un dólar. En los restoranes y el Staples, donde leo mi Internet, me martillan los oídos las infaltables canciones de la época.

John Saxe-Fernández
Margo Glantz
Noches islámicas
L

a Compañía Nacional de Teatro (CNT) decidió nombrar Sala Héctor Mendoza al teatro de cámara de su casa sede en una sencilla ceremonia en que develaron la placa correspondiente la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes Teresa Vicencio Álvarez y Rodrigo Mendoza, el creador musical, hijo del homenajeado. Estuvieron presentes tanto miembros de la compañía, encabezados por su director general Luis de Tavira –que hizo uso de la palabra como antes lo hiciera la licenciada Vicencio– y amigos y discípulos de Mendoza. Posteriormente se dio una de las funciones programadas para esa sala de Noches islámicas, bajo la dirección de José Caballero, tras su participación en el Festival Internacional Cervantino y luego probablemente rotará en otros escenarios durante varios meses como es costumbre por ser compañía de repertorio. La obra seleccionada por el director de la puesta y la CNT no es de las más conocidas del dramaturgo y la razón de esa elección se encuentra en las palabras celebratorias que el director escénico escribió para el programa de mano y, si se reflexiona un poco, se entiende que en Noches islámicas se pueden advertir algunos de los elementos que Héctor Mendoza desarrollara a lo largo de toda su obra.

Olga Harmony