Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 23 de octubre de 2011 Num: 868

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Jair Cortés

Alejandra (fragmento)
Inés Ferrero

Leonora, indómita yegua
Adrián Curiel Rivera

La ciencia física en los Panamericanos
Norma Ávila Jiménez

México: violencia e identidad
Ricardo Guzmán Wolffer

En la gran ruta
Marco Antonio Campos

Leer

Columnas:
Prosa-ismos
Orlando Ortiz

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

Artes Visuales
Germaine Gómez Haro

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Germaine Gómez Haro

Miguel Ángel Ríos: Deambular/Walkabout

El artista Miguel Ángel Ríos, nacido en Catamarca, Argentina (1943) reside y trabaja entre Nueva York y México desde los años setenta, cuando se vio forzado a abandonar su país huyendo de la represión de la dictadura militar. A partir de su llegada a Estados Unidos y posteriormente en México, Ríos comienza a desarrollar una exploración profunda de la idiosincrasia del mundo indígena de su país y de América Latina en general. Su línea de investigación se centra en el fenómeno cultural indígena y su incidencia en el mundo contemporáneo. Su quehacer artístico ha tenido varias etapas en las que ha desarrollado un corpus de trabajo en formatos y soportes muy diversos, como pintura, dibujo, collage, fotografía, escultura y, en años recientes, una importante incursión en la instalación sonora y el vídeo. Cabe mencionar su obra en barro realizada en la década de los ochenta, cuando se instaló una temporada en la ciudad de Oaxaca, y sus referencias al kipu –sistema de contabilidad de los antiguos incas– y a los mapas cartográficos coloniales en la década de los noventa a través de los cuales desplegó en forma magistral sus comentarios críticos en torno al postcolonialismo y la identidad en América Latina.

En el Museo Carrillo Gil se exhibe actualmente la muestra titulada Deambular/Walkabout que reúne cinco vídeos e instalaciones multimedia acompañados por pinturas y obras sobre papel que dan cuenta de las preocupaciones formales y conceptuales que Ríos ha desarrollado a lo largo de la última década. La exposición inicia con una obra de gran formato realizada con papel recortado (sutil alusión a la tradición del papel picado), que a primera vista atrapa por la belleza y movimiento de sus formas entreveradas que crean un juego óptico de luz y sombra a través de los orificios. Cuando el espectador se acerca y observa con cuidado la pieza, descubre que esas formas que se repiten en toda la extensión de la superficie son armas de fuego que apuntan hacia todas las direcciones en un intrincado y amenazante ritmo visual. La violencia está implícita de una u otra manera en las obras que integran esta exposición, pero sin tratarse de una violencia cruda expresada de manera literal, sino a través de metáforas y guiños poéticos que sacuden al espectador sin agredirlo.

La instalación multimedia Toloache: Mapping With the Mind # I (2000) invita al visitante a entrar en una casita vernácula de madera cuyo interior permanece en total obscuridad y presenciar la grabación de la experiencia que llevó a cabo el artista con la ingestión de hongos alucinógenos bajo la guía de la chamana María Sabina. A partir de esta experiencia catártica, Ríos llevó a cabo una investigación en torno al uso ritual de las plantas alucinógenas en los pueblos indígenas, la cual lo llevó a Real de Catorce (San Luis Potosí) en busca del peyote, incursión que quedó registrada en el vídeo Ni me busques, no me encuentras (Don´t Look for Me, You Won´t Find Me) de 2003, donde observamos al pintor inmerso en la grandeza del paisaje desértico, en una especie de viaje iniciático onírico en el que explora la relación del cuerpo y el entorno natural, un tema recurrente a lo largo de toda su obra. En 2010 realizó el vídeo Mecha (Fuse) inspirado en un juego de origen popular colombiano llamado “tejo”, a través del cual investiga la naturaleza de la violencia en un poderoso lenguaje abstracto y altamente metafórico que hace alusión a las guerras y a los bombardeos. Para la realización de sus piezas más recientes, Meta (Goal) y Rooom Rooom (Vroom, Vroom) Ríos vuelve a sus orígenes en el Valle de Calchaquí en la Cordillera de los Andes para grabar estas piezas en colaboración con sus compañeros de infancia retomando un juego que practicaban de niños, y que consistía en hacer girar una tablilla de madera atada a un cordón, creando así una misteriosa reverberación en la cámara de eco de los valles. En la reinterpretación del juego, el artista grabó sobre las tablillas fechas de eventos trágicos de la historia mundial reciente.

Miguel Ángel Ríos destacó como pintor y escultor en las dos últimas décadas del siglo pasado, y se posicionó como una de las figuras claves del arte contemporáneo latinoamericano. Es de celebrar que no haya permanecido en esa “zona de confort” y que haya asumido el riesgo que supone la incursión en los terrenos multimedia. Sus vídeos son cada vez más ambiciosos y muestran un mayor rigor técnico y estético, toda vez que son una extensión de sus tribulaciones existenciales, mismas que han permeado su trabajo desde sus inicios y lo han dotado de una sólida congruencia formal y conceptual.