jornada


letraese

Número 181
Jueves 4 de Agosto
de 2011



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate



editorial

Joaquín Hurtado

Mal de corazón

Ardiendo en calentura y con tos de perra remojada vine a medicina externa para atenderme una vulgar gripe. En la revisión de rutina el médico me escucha algo extraño en esa parte bizarra del cuerpo llamada corazón. Algo me brincotea en la caja huesuda colmada de puro desamor. Cabracachonda mi corazona se atolondra apenas presiente la proximidad del macho.
Ni como eludir al hombre que huele a sexosa loción comprada en los saldos de McAllen. Mi debilidad son los doctorcitos de voz grave y pulso trémulo sobrados de leche pubescente. Su dictamen es incontrovertible. Después de llenar un formulario tan extenso como la santa Biblia el morenazo de pelo recortado a la usanza sicaria me refiere con diligencia a la sección de electrocardiogramas. Y allá va la descorazonada.
El área de electrocardiogramas está refundido en el otro extremo de la ciudad. Así están organizados los servicios médicos de mi rancho. Vengo tirito con harto temor de ser alcanzado por alguna bala de la soldadesca enrabiada. Me recibe una fulana con jeta de celadora. La fulana me ordena acuéstate y desabróchate. Así, tuteado. Humillado. Pensaba yo que ya lo había visto todo. Ilusa de mí. Pero obedezco porque qué remedio, un ruco marica y frágil reconoce en el acto la voz del poder y a él se somete por puro instinto de supervivencia.
Tímidamente desabotono tres ojales de mi camisa vaquera. La jetona me mira con reprobación. Silenciosa, gendarma, encachada, con viril pase de manos sobre mi carcaza la electrocardiogramista misma me desnuda y me deja la fiambrera a la intemperie. Mujera mala. Comienza a colocar chupones y cables, fusibles y circuitos en mis pellejos gallinos. Mujera experta. Acarrerada. Al fin presiona un botón en la cajita de diagramas y listo. De un tirón corta una papeleta y dice tenga, vístase y váyase. ¿Cómo? ¿Eso fue todo? ¡Qué anticlimática es la ciencia actual!
Regreso con la papeleta al punto de partida. El doctorcito lechudo que turbara mi corazona puta ya se retiró. En su lugar está un doc tan feo, tan equis y tan burocratizado como presidente de la república. El infeliz llena que llena sábanas de informes con letra de hormiga encabronada. Ni siquiera levanta los anteojos para verme. Ni modo pues. Le doy el diagrama y le suelto mi misérrima biografía de sidosa milenaria. El presidente de la república de las sábanas tristes observa durante una diezmillonésima el electro y: “usted se encuentra al borde de un infarto, tranquilícese, bájele al estrés”. Ma.
Mi fatigado pechito anuncia una estampida de rinocerontas.


S U B I R