jornada


letraese

Número 173
Jueves 2 de Diciembre
de 2010




Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

opinion


Alejandra del Castillo y Moisés Castillo

Amar hasta morir

La violencia intrafamiliar es un fenómeno que se ha hecho más visible en los años recientes. Instancias y políticas públicas buscan erradicar o, al menos, disminuir la incidencia de este problema. Pero cuando la violencia no se da en una familia “formal”, sino en el noviazgo, la visibilidad es complicada.
“Cuando esa violencia no tiene casa ¿de quién es el problema? Parece que de nadie”, afirma Alejandra del Castillo, quien escribió, junto con Moisés Castillo, el libro Amar a madrazos. El doloroso rostro de la violencia entre jóvenes. Ambos reporteros de la revista emeequis tuvieron la oportunidad de ampliar una investigación periodística que era solo un botón de muestra de la manera en que las parejas jóvenes se relacionan.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo, realizada en 2007 por el Instituto Mexicano de la Juventud, 15 por ciento de las y los jóvenes habían sufrido al menos un episodio de violencia física en la relación de noviazgo que tenían al momento de ser encuestados.
Sin embargo, los jóvenes periodistas saben que no son sólo las agresiones corporales las que conforman la violencia, y que ésta es una problemática compleja de la que poco se habla antes del matrimonio. “La violencia psicológica se ejerce en porcentajes iguales por hombres y mujeres, pero creo que las mujeres tienden a violentar a su pareja de forma psicológica y eso genera una cierta tensión que probablemente venga de vuelta en un golpe”, comenta Alejandra, y aclara: “no justifico la violencia ni los golpes por ningún motivo, pero hay que recordar que éstos son visibles y la violencia psicológica no la ves”.
Los autores no pretenden erigirse en expertos del tema, para ello entrevistaron a diversos especialistas, pues pretender ser sólo un puente entre la realidad, los contextos donde surge y persiste la violencia, y el público lector. “Si lees esas historias y estás en una situación de violencia probablemente pienses ‘¿hasta donde voy a llegar?’, o ‘ya fue suficiente’ o ‘no me había dado cuenta de que estoy siendo violentada’”.

País machista dominado por un matriarcado
En los 19 casos que conforman el libro, dice Moisés, se entrecruzan factores como la cultura, el machismo y la familia. Al preguntarles qué papel juega en realidad el machismo en la sociedad mexicana, la respuesta es compleja. “Platicando con Michael Rowe (director de la película Año Bisiesto), me decía que vivimos en un país machista pero dominado por un matriarcado. Cuando nos conviene es uno y cuando no, el otro”, comenta la autora.
A esto hay que sumar que el machismo no siempre tiene formas evidentes. Castillo destaca el concepto de “micromachismo”, explicado en el libro por Ricardo Ruiz, de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres, de la PGR. “Son prácticas sutiles de sometimiento en la vida cotidiana, como ser caballeroso en exceso; ahí la mujer pierde toda su autonomía personal”, explica.
Se trata de una dinámica de control imperceptible, añade su compañera, “sutilísima”.porque “las mujeres siempre nos damos cuenta cuando un hombre es caballero, pero no detectamos cuando esa caballerosidad se convierte en una forma de control absoluto".
El trabajo periodístico de Amar a madrazos busca alejarse de estereotipos. Aunque los personajes pueden caer en lo típico (hombres adictos que golpean, novias celosas y controladoras), las formas de violencia descritas son diversas. Un caso aborda la violencia estructural, encarnada en el desempleo, “a qué grado de violencia puede llegar alguien que no ha tenido trabajo ni oportunidades; sólo hay que pensar qué contexto tiene México en ese sentido”, cuestiona Del Castillo.
En su texto no hay consejos, pero sí datos que pueden ayudar a quienes viven una relación violenta a pedir ayuda. Los autores saben que la información no es suficiente para cambiar comportamientos pero apuestan a reflejar verazmente los casos. Algunos son amargos recuerdos, otros aún no concluyen y corren el riesgo de continuar la cadena de la violencia. (Rocío Sánchez)

 


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