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No se puede titubear cuando está en peligro la vida, afirmó

La paliza a Briggs es culpa del réferi: Ramírez Mercado

Sulaimán lamentó que John-Lewis no detuviera la pelea pero la avaló

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El estadunidense Briggs recibió 302 golpes durante el combateFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de octubre de 2010, p. a19

El retador Shannon Briggs fue golpeado brutalmente por el campeón de los pesos completos del CMB, Vitali Klitschko, el pasado sábado en Hamburgo.

Al final del combate, al monarca le dolían mucho las manos por los 302 golpes que propinó, 171 de ellos dirigidos al rostro del oponente. Briggs terminó fracturado de las dos órbitas oculares, del tabique nasal, con el tímpano izquierdo desgarrado y lesionado del brazo derecho.

Cuando el jefe de los servicios médicos de la Comisión de Boxeo capitalino, el doctor Horacio Ramírez Mercado, escuchó la cifra de impactos que recibió el pugilista estadunidense no pudo ocultar su sorpresa.

¡Es una barbaridad! No es posible que hayan permitido tanto castigo a un peleador, porque antes que deportistas son seres humanos. El réferi, el comisionado o el médico debieron detener la pelea en cuanto se hizo evidente que no estaba en condiciones, exclamó en su oficina de la Combox.

Nunca pensé que un individuo pudiera soportar tanto castigo, sobre todo en pesos completos, porque ahí los impactos son más fuertes, dijo el encargado de atender heridas, suturar párpados y cejas de los boxeadores desde hace casi 50 años.

Si alguien sabe de los estragos que provocan los golpes es él. Por eso insiste en la importancia del servicio médico para evitar poner en peligro innecesario al peleador,

Sin embargo, aclaró que el réferi es el principal responsable de lo que ocurre sobre el cuadrilátero, en este caso, el británico Ian John-Lewis: No necesitan derribar al pugilista para tomar una decisión, es evidente cuando lo están lastimando.

“A veces –explicó– se arriesga a un boxeador por la falta de conocimientos del réferi o en aras del espectáculo, porque dudan para parar una pelea de título mundial”.

Y aclara: No se puede titubear cuando lo que está en riesgo es la vida de un ser humano.

Pese a que asegura que el boxeo no sólo es su profesión y su vida, confiesa que sufre demasiado cuando ve un combate como el del sábado, en el que un evento deportivo se convierte en un espectáculo triste.

Pienso en la familia, en el dolor que padece el peleador en el cuadrilátero. A veces hay que aguantar ver el sufrimiento. Es tremendo. Es duro, dijo en medio de un suspiro profundo.

El presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, admitió que fue lamentable que John-Lewis no haya detenido la pelea, porque el reglamento lo faculta para hacerlo cuando un combate es tan desigual.

A veces los réferis tienen miedo de detener los pleitos cuando no hay una acción, un golpe, que sea evidente que pone mal a un peleador, dijo el presidente del organismo, quien avaló el título en disputa.

Sin embargo, pese a que el réferi permitió que se continuara con el castigo, Sulaimán dijo que no quiere criticar ni castigará el trabajo de John-Lewis.