jornada


letraese

Número 165
Jueves 8 de abril
de 2010



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

Incontinencia urinaria, padecimiento oculto

La dificultad o imposibiidad de contener la orina es un problema médico que con frecuencia se oculta debido a la vergüenza que genera en quienes lo padecen. Por fortuna, existen varias opciones para su tratamiento, el reto es superar el prejuicio que evita que las personas afectadas soliciten atención médica.

Leonardo Bastida Aguilar

Una urgencia incontrolable de ir al baño, una frecuencia urinaria de más de ocho veces al día o más de tres veces durante la noche, escapes de orina al no poder llegar a tiempo al baño, dolores en el área abdominal y la necesidad de utilizar paños protectores por cualquier emergencia, son signos de incontinencia urinaria.

Definida como la pérdida de la facultad de regulación voluntaria de los esfínteres vesical y uretral, con emisión involuntaria de orina, la incontinencia urinaria es un padecimiento que va más allá del ámbito de la salud y trasciende a lo social, explicó a Letra S Miguel Ángel Reyes Gutiérrez, cirujano urólogo del Hospital General de México.

El experto explicó que existen varios tipos de incontinencia urinaria: la producida a causa de un esfuerzo físico o al momento de reír, estornudar, toser o cargar un objeto pesado; la de emergencia, precedida por un deseo muy grande de orinar y que se presenta de manera súbita; la de rebotamiento, causada por una obstrucción urinaria que provoca el llenado de la vejiga y su posterior vaciado, y la mixta, en la cual se combinan la incontinencia por urgencia y la de esfuerzo.

Diversos factores pueden predisponer a una persona a la incontinencia urinaria, entre ellos las anormalidades anatómicas o neurológicas. Las primeras se presentan en mujeres, ya que los embarazos, el número de partos, la menopausia o cirugías pélvicas son factores desencadenantes. Respecto a las causas neurológicas, males como el Parkinson o el Alzheimer pueden causar este padecimiento. A su vez, se ha comprobado que la obesidad, el estreñimiento o la tos crónicos son detonantes del malestar.

Estudios en España, Estados Unidos y México revelaron que uno de los principales causantes de esta enfermedad es la vejiga hiperactiva, la cual provoca principalmente incontinencia urinaria de emergencia.

De acuerdo con Reyes Gutiérrez, este síntoma se presenta cuando, al llenarse la vejiga, se producen contracciones involuntarias y generan en el paciente la necesidad urgente de orinar, con lo que en muchas ocasiones la persona no puede controlar la expulsión de orina.

Vida social afectada
Una de las mayores consecuencias de la incontinencia es el aislamiento social de quienes la padecen. “Esta situación le daña a las personas la calidad de vida porque se aíslan y tienden a la depresión, dejan de salir”, explica el experto.

La vida sexual también se ve afectada al grado de interrumpirla. Luego de realizar estudios en su unidad médica, Reyes encontró que 40 por ciento de las mujeres que padecen esta enfermedad ha dejado de ser sexualmente activa. El miedo a que se salga la orina o que al momento del coito sientan ganas de orinar son las principales preocupaciones de las pacientes, señaló.

En España, un estudio realizado en la Universidad de Navarra, registró que el 30 por ciento de las mujeres que padecen este mal han dejado de sentirse sexualmente atractivas.

La Universidad de Guadalajara encuestó a 352 mujeres entre 15 y 85 años, y encontró que 27.8 por ciento reconocía padecer incontinencia urinaria.

En la ciudad de Monterrey, el estudio Prevalencia de incontinencia urinaria y anal en mujeres de la zona metropolitana, realizado en el Hospital Universitario Dr. José E. González, reveló que “al cumplir los 30 años se estima que cerca de la tercera parte de todas las mujeres tiene algún grado de incontinencia urinaria. La estimación de estas cifras podría ser mayor ya que existen muchas personas que no aceptan tener este problema”.

Los análisis muestran que en las mujeres se observa que la prevalencia aumenta gradualmente mientras más edad se tiene. La incontinencia urinaria de emergencia es la más común entre mujeres menores de 60 años y aumenta su frecuencia con la edad, mientras que incontinencia mixta es la más frecuente entre las mujeres mayores de 60 años.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Envejecimiento realizada en 2001 por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información, durante la realización de las entrevistas, el 11.1 por ciento de mujeres de entre los 65 y 84 años y el 10. 5 por ciento de los varones reconocieron tener pérdidas urinarias al momento de contestar las preguntas.

Sin embargo, existen opciones de tratamiento. Reyes Gutiérrez indicó que este padecimiento puede ser solucionado con una intervención quirúrgica o medicamentos. para controlar las contracciones, para que el paciente tenga una mejor capacidad en la vejiga y disminuya su frecuencia urinaria. Para esto última opción se utiliza la toxina botulínica tipo A, un potente bloqueador de la capa neuromuscular que provoca la contracción del músculo de la vejiga.

Sin embargo, mencionó el médico, el principal enemigo a vencer es el miedo de la gente para que acuda a los servicios de salud y vea a este padecimiento “como algo normal y de la edad”.

S U B I R