°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio
Anuncio

No sólo de pan...

26 de mayo de 2024 08:23
Como los amables lectores han constatado, este tema no ha sido abandonado en las más de 300 columnas publicadas, y mucho menos en la página https//www.cruzadaporlamilpa.mx, que ya está en línea con administradora permanente para publicar comentarios, debatir y hacer sugerencias sobre el objetivo; es decir, incitar a las autoridades gubernamentales a escucharnos con disposición a integrar esta propuesta, derivada de años de estudios profundos y, por ende, fáciles de comprender y ejecutar.

Ahora, estimables lectores, ustedes pueden (y deben) intervenir, con sus conocimientos y experiencias, en la plataforma de la página web, sin pudores por más atrevidas que sean sus intervenciones. Se acabó la predicación en el desierto, es hora de tomar las banderas, los principios científicos y las tradiciones que por algo mantuvieron crecientes poblaciones saludables a lo largo de milenios en Mesoamérica (y en el Oriente Extremo y en el cinturón Ecuatorial del planeta) con sus respectivos métodos de policultivos.

Afirmo que es nuestra obligación luchar por esta causa, entre otras que surjan para colaborar desde nuestros lugares por pequeños y humildes que se nos aparezcan, con una convicción que no proviene de discursos, sino de hechos reales, constatables en la historia y verificables en nuestra experiencia personal. Luchar por la readopción de las milpas en la República Mexicana, con perspectivas y recursos actuales e históricos, que no desaparecieron por sí solos o por caducidad, sino que fueron extinguidos paulatinamente por la imposición de los monocultivos y su discurso aparentemente científico, pero en realidad ideológico, dentro del razonamiento de la utilidad monetaria e ignorando la necesidad humana.

El Presidente saliente tuvo que reconstruir una sociedad degradada humana y emocionalmente, pero aún falta, aunque lo central es que ya podemos confiar en que una nueva política de concesión de tierras comunales (contra las privadas) y estímulos necesarios para recuperar la fertilidad sana de los suelos, con seguridad para el trabajo y respeto para las organizaciones laborales, familiares y comunitarias, regresaría a nuestras tierras la población que nos falta y sufre emocionalmente por una migración indeseada y obligada durante los regímenes políticos que precedieron al presente. Pero es una labor de muchos; por ello, invito a contactarnos en la página de la cruzada por la milpa que justamente se hizo con la intención de enriquecer los planteamientos con sus colaboraciones propositivas e inteligentes. Afinar, con proyectos realizables en lo inmediato, siempre apoyados en las personas que conocen la práctica de las milpas, quienes imaginamos, pero no tenemos la experiencia y nos domina aún el coloniaje mental –como diría el gran maestro Enrique Dussel– para apoyar las reformas legales y modos de participar en los proyectos nacionales con esquemas que puedan aplicarse en la realidad de nuestro país. Sobrevalorada la cultura del desarrollo tecnológico, la concentración de la propiedad y del capital sólo ha resultado en el empobrecimiento de la inmensa mayoría de las poblaciones, cuyo último deseo es migrar a inexistentes tierras prometidas, con una consecuente pérdida de biodiversidad en sus tierras de origen debido al deterioro de los suelos, del agua y el clima.

Se trata de una cruzada nacional que no sólo concierne a los trabajadores del campo sobrevivientes en México y dependientes de remesas de quienes debieron sacrificar sus lazos sociales para enviar dinero a sus familiares más débiles, y todavía más debilitados porque con el dinero recibido compran los comestibles (que no alimentos) producidos por las industrias extranjeras en nuestro suelo.

Nuestro Presidente López Obrador, pese a su infatigable lucha por sacar al país de su pobreza y violencia, no pudo ya romper el círculo vicioso que encierra el artículo 4 constitucional, cuando se le quita sentido a la frase sobre la alimentación suficiente, sana, de buena calidad y de acuerdo a la propia cultura, dejándole sólo la suficiencia, porque el Presidente no se atrevió o no pudo propiciar el regreso de los policultivos aunados a su premisa esencial, que es la comunidad usufructuaria a título de poseedores de la tierra, que son a la vez trabajadores, consumidores y mercaderes de la sobreproducción campesina y artesanal que deriva de los alimentos. Estamos seguras de que la próxima Presidencia será sensible a nuestra propuesta, de ustedes y especialistas de larga data, contemos los unos con las otras y todos con todos.

 

¿La fiesta en paz?

Instaurar el 24 de junio como Día Nacional de la Tauromaquia de México, propone el investigador Salvador García Bolio.

Desde otras ciudades

El Go Fest 2024, en Madrid enloquece a gamers.

Bajo la lupa

Hamas y su "ambivalencia estratégica" sobre la solución de los "dos estados".
Anuncio