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Ciudad perdida

Días de definición y enroques // A rendir cuentas de los recursos // Gobernación, el puesto clave // Un informante malsano

L

as renuncias que a partir de la próxima semana se darán en el equipo de gobierno, supuestamente en un afán de emparejar el piso en la contienda por la Presidencia de la República, cambiará el rostro de las campañas políticas de los precandidatos de Morena, que empezaron hace tiempo.

Los actos de proselitismo de los aspirantes eran conocidos y relatados por los medios de comunicación. Cada fin de semana se sabía que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México era invitada a algún evento fuera de la capital. El secretario de Gobernación adelantaba, sin tapujos, que su lugar en el gabinete le daba cierta ventaja sobre los otros dos contendientes mientras Ebrard exigía la renuncia de todos a fin de conseguir igualdad de condiciones para llegar a la encuesta definitoria.

No hace mucho tiempo, dos o tres meses a lo sumo, Marcelo Ebrard nos relataba que en diciembre pasado había propuesto a la presidencia de Morena que diera ya la fecha para las renuncias, porque para él era una condición indispensable en busca de lograr igualdad entre los aspirantes.

Las renuncias, al parecer, no debieran de modificar la situación de las campañas, aunque ahora sí habrá que explicar, por ejemplo, el gasto que se hace en propaganda y giras de trabajo, cosa que de muchas maneras abona a la limpieza de la lucha electoral.

Es muy posible que al final de la semana se tengan ya las renuncias y a la gente que habrá de ocupar los cargos que queden libres. Desde hace un buen rato, en Relaciones Exteriores se dice que será Juan Ramón de la Fuente quien sustituya a Ebrard y, por ley, en la Ciudad de México Martí Batres se hará cargo de la jefatura de Gobierno.

Lo que no parece fácil resolver es quién se hará cargo de la casona de Bucareli, y ahí sí, ojalá y no se cometa un error costoso. Es cierto que el cierre de esta administración es también una prioridad, pero no se debe cercenar el futuro por la inmediatez.

Sacrificar a la reina nunca ha sido una buena jugada de ajedrez. Hoy, más que nunca, las piezas de seguridad son el futuro y hay puntos de mayor importancia que sí tienen que ser muy bien cuidados.

Así las cosas, la incógnita está en Gobernación. No habrá tregua. Quien se haga cargo de la política interna del país en un momento tan importante deberá estar dispuesto a poner toda su voluntad en mantener el orden y la paz en el país, esa que para los banqueros y la iniciativa privada, en general, ya asoma.

Pocas veces la gente del dinero ha puesto por encima sus dichos de siempre, esos que hablan de la incertidumbre para invertir, la idea de que el país a final del sexenio estará en condiciones de estabilidad y paz.

Están convencidos y esto, la opinión de ellos, no es producto de buena voluntad, sino de algo imposible de ocultar: el crecimiento económico de México.

De pasadita

Aunque las filtraciones de información en las reuniones donde hay más de tres personas son casi seguras, bueno sería saber a quién le convenía que lo dicho en la cena del pasado lunes, cierto o falso, pasara a la prensa.

Pero si alguien quiere saber de dónde proviene el olor a filtración malsana, no está de más que mirara con atención hacia el Senado.

Y de una vez habría que saber, con claridad, el porqué. No fue gratis, tampoco, que la filtración pretendiera interpretar palabras que nunca se dijeron. Así que, ¿de dónde viene ese olor?