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Alertan que el Sistema Cutzamala registra su nivel más bajo desde 1996

En la CDMX los índices de reúso no alcanzan ni 15% y en la red de agua potable se pierde la mitad del líquido

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▲ Con décadas de operación, el Cutzamala tiene problemas de mantenimiento que afectan su eficiencia, a lo que se suman los altos costos energéticos implicados.Foto Luis Castillo
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de mayo de 2023, p. 12

El cambio climático, la modificación del uso de suelo, la contaminación de ríos, la construcción de lagos artificiales que desvían el cauce del agua y le impiden llegar a las presas, así como la falta de mantenimiento del Sistema Cutzamala, ubicado en el estado de México, son algunas de las causas de que el promedio de los tres vasos que lo componen esté en su nivel más bajo desde 1996, con 37.4 por ciento de almacenamiento, indicaron organizaciones que estudian el sector.

El sistema, que abastece a un tercio de la población del valle de México, afronta una severa escasez de agua desde 2022, que se ha agravado este año, sostuvo Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital.

Los datos más recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indican que el Sistema Cutzamala tiene un almacenamiento de 23 por ciento por debajo del promedio para la fecha, con tan sólo 37.4 por ciento de llenado.

En el estado de México, la presa Valle de Bravo está a 43 por ciento de almacenamiento, esto es, 31.1 por ciento menos que el promedio histórico, y Villa Victoria está a 25 por ciento, 30.2 por ciento por debajo de su promedio.

El Bosque, ubicada en Michoacán, está a 37.8 por ciento, ligeramente menor que su promedio para la fecha, que es de 38.5 por ciento.

Ya es evidente que el cambio climático tiene un efecto significativo. La sequía ha surgido en lapsos de 10 a 15 años, lo que ahora se considera normal, pero eso puede cambiar el alcance de su impacto, agregó Eduardo Vázquez en entrevista.

Cutzamala, con décadas de operación, tiene problemas de mantenimiento que afectan su eficiencia y a éstos se agregan los altos costos energéticos que implica, consideró.

Además, los índices de reúso y tratamiento en la Ciudad de México ni siquiera alcanzan 15 por ciento. La mayor parte del agua que se expulsa va a la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, aunque debería quedarse en la ciudad. A todo esto se suma que en la red de agua potable se pierde la mitad del líquido, apuntó.

Ante este panorama, el gobierno federal ha impulsado el programa de bombardeo de nubes en la región del Cutzamala. No está demostrado su beneficio. Es una práctica que se utiliza en momentos complejos y están por verse los resultados, se canalizan recursos para ello y tendríamos que recibir información puntual del efecto de las acciones, dijo Vázquez.

Presiones sobre Valle de Bravo-Amanalco

Otras organizaciones señalaron que los recursos hídricos de la subcuenca Valle de Bravo-Amanalco están bajo presión por la construcción, sin permisos ambientales, de embalses privados que se llenan con agua subterránea o con el líquido desviado de los ríos que descargan en la presa Valle de Bravo, el otorgamiento de unos 300 títulos de concesión de aguas nacionales y la poca capacidad de inspección de la Conagua.

Las agrupaciones Observatorio Ciudadano de la Subcuenca Valle de Bravo-Amanalco y Sé la Voz de la Naturaleza, entre otras, presentaron una petición para investigar el caso dentro del Tratado de Comercio de México, Estados Unidos y Canadá.

Señalaron que, de acuerdo con datos oficiales del organismo, en el municipio Valle de Bravo la Conagua realizó en 2020 sólo tres inspecciones; en 2021 fueron 12 y el año pasado, 24. En lo que va de este año, ninguna.

Refirieron que hay incumplimientos de la Conagua y los organismos de Cuenca, las autoridades regionales del sector, que se han abstenido de actuar ante el deterioro de los recursos hídricos en la subcuenca Valle de Bravo-Amanalco.

Tampoco han formulado algún plan para contrarrestar o corregir los problemas de sobrexplotación del vital líquido y el deterioro de los ecosistemas, necesarios para mantener la captación y almacenamiento de dichos recursos, según lo establece la Ley Aguas Nacionales, señalaron.