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Imperialismo e Instituto Lingüístico de Verano
E

l contenido ideológico de los materiales elaborados y distribuidos por el Instituto Lingüístico de Verano (ILV), así como su acción en los ámbitos económico, político, y social, conformaban una estructura coherente, cuyo sustrato ideológico era de carácter religioso, aunque respondía a una concepción política definida. El énfasis de su ideología se ubicaba en: 1) inculcar y reforzar el individualismo y el voluntarismo recalcitrantes, desterrando toda idea de organización comunitaria y solidaridad social; 2) fomentar la sumisión y el desinterés por la lucha política. Un misionero del ILV condenó en Chiapas la lucha por la tierra, aduciendo que era pecado de envidia.

El ILV se estructuraba hacia fines de la década de 1940 en tres secciones complementarias; una en Estados Unidos, Canadá y Alemania Occidental que publicaba los materiales religiosos; otra sección o Instituto Lingüístico de Verano, que llevaba al cabo los trabajos técnicos, lingüísticos, y la preparación de misioneros; la tercera, de transporte y comunicación.

El ILV era claro en sus mensajes ideológicos respecto de la lucha social: Si alguno de ustedes es asesinado por los caciques, la responsabilidad de los que sobreviven es enterrar a los muertos. No deben ejercer venganza. Dios es quien estableció autoridad de los caciques sobre nosotros. Por tanto, debemos rezar por ellos. Forman parte de un plan divino... Dios tiene el control de las cosas y siempre trabaja por el bien de nosotros. No es posible que alguien nos mate antes de que Dios ordene nuestro regreso a su reino. Si somos muertos, debemos pensar que ello forma parte de los deseos del Señor, puesto que Él está sobre todas las cosas.

También los misioneros trataban de reforzar el papel del trabajador ideal para el capital: una frase de un material aconseja a los niños indígenas: “Siempre que uno quiere trabajar con gusto sino con desgano le pasan las cosas… obedezcan siempre, para que sean buenos trabajadores cuando sean grandes”.

Otra tarea que cumplían los misioneros de ILV era apoyar e idealizar los aparatos políticos, administrativos y representativos de los estados huéspedes. El Estado mexicano era representado como democrático, soberano, protector, misericordioso con los pobres.

El ILV también cooperaba en la introducción de productos de las trasnacionales a las regiones indígenas, fomentando el consumismo superfluo. El ILV distribuía un cuadernillo dedicado a madres indígenas que incluía 36 recetas, de entremeses a postres, con ingredientes fáciles de conseguir, como camarones, champiñones, crema de leche y otras delicadezas.

En su inocente trabajo de evangelización de los nativos del mundo, la única mención que se hace de un país extranjero es la de Estados Unidos, representado como el paraíso hecho realidad en la Tierra, la sociedad ideal del pueblo escogido por Dios.

La influencia y la penetración cultural eran evidentes en los conversos de las zonas que visitamos en México, durante la investigación del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales AC, así como constatamos las tareas de investigación, recopilación de información, vigilancia y comunicación, en el campo de entrenamiento para la sobrevivencia en la selva.

Los lingüistas investigaban cómo cruzar ríos en épocas de crecidas, los alimentos y las formas de vida adecuadas, las medicinas locales, rutas, etcétera. La utilización de esta indagación para la lucha antiguerrilla era evidente, así como la participación del ILV en la represión de movimientos populares. El caso más conocido es el de Planas, en Colombia, región ocupada por los guajibos, quienes organizaron un amplio movimiento de masas para defender sus tierras en 1970, ante el despojo violento de sus recursos por parte del Estado colombiano y la Agencia Internacional del Desarrollo. El ILV tuvo una participación muy destacada en el apoyo aéreo y de radio a las tropas encargadas de limpiar de indígenas la zona.

Por otro lado, el ILV jugó un papel para las trasnacionales de los recursos naturales y estratégicos. Incluso en mapas era notoria la sobreposición de regiones controladas por el Lingüístico de Verano y los proyectos extractivos de las compañías trasnacionales. En Ecuador, ocupaba las mismas regiones que la Georgia Pacific y la Texaco-Gulf. En Colombia, el ILV fue asociado al tráfico y la producción de mariguana, al tráfico de diamantes y minerales, a la exportación de flora y fauna hacia Estados Unidos. Los misioneros, paralelamente, llevaban al cabo compañas de otro tipo, como la esterilización de mujeres ­indígenas.

Así, hemos sido testigos de la multifacética utilización del ILV para los fines estratégicos y tácticos del imperialismo. Este organismo invadió los territorios de pueblos originarios y coordinó sus actividades con los gobiernos locales de acuerdo con un proyecto global. No está de más recordar esta historia.