▲ En los recientes tres días llegaron en autobuses miles de manifestantes, pero las autoridades de Brasilia, ciudad gobernada por un aliado de Jair Bolsonaro, nada hicieron para lanzar alguna alerta. Las huestes de la ultraderecha pasaron casi sin dificultad sobre las escasas fuerzas de seguridad para invadir el Congreso, el palacio presidencial y el Supremo Tribunal Federal. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció una intervención de las fuerzas de seguridad y, posiblemente, al mismo gobierno de la capital brasileña. Foto Afp

◀ En los municipios indígenas del Totonacapan, al norte de Veracruz, los delincuentes exigen una cuota de 70 mil pesos por cosecha para permitir la compra-venta del producto, además de un impuesto. Foto Sergio Hernández.