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Penultimátum

Boris Mikhailov, analista de la vida diaria en Ucrania

B

oris Mikhailov nació en Ucrania en 1938 y es uno de los mejores fotógrafos del mundo. Ha recibido los prestigiosos premios Hasselblad y Spectrum por su contribución a una expresión artística cada vez más reconocida.

Su obra ha sido expuesta lo mismo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y La Tate Modern de Londres que en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, y ahora en una gran muestra en la Casa Europea de la Fotografía, con sede en París, bajo el nombre de Ucrainian Diary.

Con su meticuloso trabajo, Mikhailov se ha encargado de diseccionar de manera despiadada la cotidianidad de su país cuando era parte de la Unión Soviética.

Al desintegrarse ésta, en 1991, fue fiel testigo de los años en que Rusia la convirtió en su satélite y aliada, hasta que en 2014 logró recuperar su independencia.

Su vida ha estado plagada de tragedias. A sus padres les tocaron los efectos de la hambruna que devastó su país entre 1932 y 1933, fruto de la colectivización de las tierras ordenadas por Stalin en 1928.

Murieron cerca de 2 millones. Algunos investigadores sostienen que esa hambruna fue provocada por el dictador para acabar con los grupos inconformes y rusoficar a su satélite.

De niño, Mikhailov presenció la invasión del ejército alemán, recibido por no pocos como libertadores. Pero muchos más, en cambio, lucharon por sacarlos de Ucrania.

Una vez que el Ejército Rojo acabó con el sueño de un imperio nazi que duraría mil años, Stalin ordenó una persecución implacable y masivas deportaciones contra los colaboracionistas.

Ya convertido en un profesional de la fotografía, en 1966, fue encarcelado por un grave delito: publicar fotos de su esposa desnuda. En la antigua URSS estaba prohibido hacerlo. Igualmente tocar o difundir el rocanrol, el jazz, el tango y el mambo.

Pese a ello, varios editores copiaban en discos de mediana calidad la música occidental, así como la rusa, que las autoridades censuraban por apartarse de los códigos morales de la sociedad comunista.

Algunos de los productores piratas terminaron en la cárcel. Igual le sucedió a principios de los años 60 al grupo de rock ucranio Caballo Azul, integrado por estudiantes, por sucumbir a la inapropiada influencia occidental.

La exposición coincide con la publicación del libro Boris Mikhailov: From Blue Horse till Now Days 1965-2022, que reúne los trabajos que ha realizado a lo largo de seis décadas.